lunes, 28 de julio de 2008

PRECISIONES ANDRÉ COYNÉ I

almeydamiguel dijo...


En una de las últimas declaraciones del estudioso francés André Coyné (El Comercio 22 de junio 2008, p. 10-11)sobre Georgette y César Vallejo, comete una serie de imprecisiones, que según mis investigaciones, me veo obligado a aclarar.

Considero que Coyné al afirmar que la madre de Georgette era una cocotte, no hace más que vertir aspectos sin sustento alguno. La madre de Georgette, Marie Travers, era una costurera de renombre, actvidad en el que Georgette ayudaba desde niña. La prueba está em que existe un registro de 1921, en el Anuario de Comercio de París, donde se lee:Mme Travers, costurera, 19 rue Moliére, Paris 1.

Es falso que los manuscritos vallejianos hayan estado fuera de la casa o morada de lo vallejo.Al respecto Georgette escribe en Allá ellos p. 140: "apenas sepultado Vallejo, será Gonzalo More...quien viene a pedirme los originales...Sin la menor objeción le entrego a More, quien lo lleva sin recibo..."
Se demuestra que Georgette era poseedora de los originales de Vallejo y que jamás estuvieron fuera de casa.
Finalmente, considero que Coyné solamente está haciendo eco a las fuentes larreanas que tanto daño ha hecho a Vallejo y a su enigmática Georgette.

Miguel Pachas Almeyda, autor del libro-homenaje GEORGETTE AL FIN DE LA BATALLA pronto a publicarse.


PRECISIONES ANDRÉ COYNÉ II

Si Vallejo fue blanco de la crítica, no pudo ser menos con Georgette. Por ello considero imprescindible aclarar algunos aspectos vertidos por André Coyné:
1.- Dar a entender que Vallejo no trabajaba y que esporádicamente escribía a Variedades y El Comercio, me parece no ajustado a la realidad. Recordemos, Vallejo ─aparte de su crónicas─ trabajó en 1925 en el “Grands journaux Ibero-Americaine” y además, nunca dejó de escribir ni siquiera en los momentos difíciles de adaptación a la vida parisina. En España, la mayoría de sus obras fueron rechazadas por su contenido marxista, entonces se dedicó a realizar traducciones de Elevación de Henri Barbusse, La calle sin nombre y La yegua verde de Marcel Aymé.

En 1932, regresa a París y culmina Poemas Humanos y en su desesperación a causa de la guerra civil española, España, aparta de mí este cáliz. Finalmente, se desempeña como Maestro de lengua española, hasta que cae abatido por el misterioso microbio que acaba con su fructífera existencia.
Por su lado Georgette trabajó en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París como “dama verificadora temporal”. ¿Se puede pensar que Vallejo vivía a expensa de una herencia? ¿En cuánto valora Coyné la herencia de Georgette ─al que tuvo acceso tras la muerte de su madre en 1928─ que le permitió grandes viajes y le duró hasta 1930- 1931? (sic). Sólo puedo adelantar que no es una suma exorbitante como lo magnifica el estudioso francés.
2.- Que Vallejo era un borracho, es otra de las estigmatizaciones en la parte “humana” del poeta. Al respecto Georgette afirma que Vallejo era un asceta que envidiaría un monje. (Georgette Vallejo: “Como una estela de tu muerte” OIGA. Lima, 23 de abril de 1975); además, el propio Coyné en Aula Capulí manifestó que la bohemia de Vallejo “no tiene nada que ver con las bohemias ordinarias, eso no iba con Vallejo”. Entonces en que quedamos.
3.- Comete una equivocación al manifestar que en la tumba perpetua de la madre de Georgette, hay tres lugares, uno ocupado por la madre y otro por Vallejo…(sic), olvidando que Vallejo fue trasladado por Georgette desde el cementerio Montrouge al Montparnasse, en el año 1970, afirmando con la satisfacción del deber cumplido: “Después de 18 años, de una vida en Lima, sacrificada y de toda clase de privaciones, puedo cumplir con la voluntad de mi esposo”.
Actualmente a 24 años de la desaparición física de Georgette, todavía subsisten las acusaciones de que ha idealizado la vida del poeta, así como se le acusó de inventar el Vallejo político.

Al respecto Georgette afirma: “Me han acusado de atribuir falsa y abusivamente a Vallejo un papel político exagerado. Se puede leer, por ejemplo: “…la viuda del poeta confirma no pocas veces la participación de Vallejo en la militancia comunista entre 1929 y 1938. Sin embargo, nos preguntamos si Georgette de Vallejo no confunde o poetiza (sic) de un modo un tanto “romanesco” (sic) ─por los acostumbrados mecanismos del recuerdo─ la actividad militante del poeta”.

Ante tales incongruencias, Georgette enfatiza: “Entre Vallejo y yo, tácito era el acuerdo: no se pronunciaba nunca la palabra felicidad, personal o conyugal; vivíamos por y para la revolución mundial. Es para leer tal inepcia que Vallejo habría aniquilado tan anónimamente su vida y que, por mi parte ─disculpen─ he visto pasar toda mi existencia, de todo despojada y sin una hora de vida propia”. (Allá ellos…p, 44).

Afirma el señor Garay que “los investigadores (Coyné, en este caso particular) se apoyan en fuentes externas que tienen versiones diferentes…” ¿Fuentes externas?, se refiere acaso a Larrea, Ernesto More o Gonzalo More; aquellos “amigos” que tuvo Vallejo en Europa, a quienes el propio Vallejo refirió en sus notables versos: jamás olvides, que durante la misa no hay amigos, y cuánta reunión de amigos tontos.

Amistades que escribieron de Vallejo, que era un esquizofrénico, un borracho, un mendigo consuetudinario, un negador de la vida, un mujeriego, uno que murió sifilítico y tantas más que ya mi pluma se resiste a escribir. Lo mismo dijeron de Georgette: vesánica, explotadora de Vallejo, manipuladora de la obra de Vallejo y últimamente, viuda por vocación. (André Coyné en conferencia en el centro cultural Garcilaso de la cancillería “Georgette se creía predestinada a ser viuda” En: La República 23-05-08), etc., etc.
¿Es acaso conociendo estas falsedades que no son más que infundios que navegan por el ciberespacio, conocer el lado “humano” de Vallejo y Georgette?
En fin, parafraseando a Juan Gonzalo Rose, termino diciendo: “Ya no le tenéis miedo/ a César el Vallejo/ ya no le tenéis miedo a Georgettte del Vallejo, ya no guerrean, ya no sudan, ya no cantan…

Miguel Pachas Almeyda.

20 de julio de 2008 10:52

martes, 22 de julio de 2008

POEMA DE CESAR VALLEJO A VICTOR RAUL.HAYA DE LA TORRE

JUAN CARLOS LAZARO, NOS REMITE EL SIGUIENTE DOCUMENTO, EXPRESANDO QUE NO SOMOS CAPACES DE PROPAGANDIZAR LO VERTIDO POR UNA PERSONA QUE NO TIENE NUESTRO MISMO IDEARIO POLITICO. LO HACEMOS EXPRESANDO QUE CESAR VALLEJO ROMPIO CON EL PROYECTO POLITICO DE HAYA DE LA TORRE, EN PARIS AL FUNDAR LA CELULA MARXISTA - LENINISTA EN PARIS. (LUIS ANAMARIA)



Wilfredo Chino Villegas es un discipulo de Haya de la Torre, acucioso investigador desde muy joven. Ha hecho estudios sobre José Carlos Mariategui y Haya de la Torre.
El presente tema, es un episodio que ocurrió en 1916 y, que muchos “historiadores” y “estudiosos de Vallejo”, “olvidan” este suceso.
Víctor Raúl y César Vallejo se conocieron en 1913 en aquellas “nostalgias imperiales” de Trujillo. Ambos estudiaron en la misma Facultad y en la misma aula de la Universidad Trujillana. Víctor Raúl tenía una gran amistad con César Vallejo; incluso lo lleva al periódico la “La Reforma” en donde el Maestro Antenor Orrego (1) era el jefe de redacción. Es ahí en donde aparecerán públicamente los primeros versos de César Vallejo. Y estos poemas publicados lograron ser reproducidos inmediatamente, en los periódicos “El Guante” de Guayaquil y “El Liberal” de Bogota. Les dieron vuelta a todo el Continente Latinoamericano
Debemos tener presente que, a mediados de la segunda década del Siglo, en el Diario “La Reforma” de Trujillo, Víctor Raúl Haya de la Torre escribía algunos artículos con el seudónimo de “Juan Amauter” y, José Carlos Mariátaegui escribía en el Diario “El Tiempo” de Lima, con el seudónimo de “Juan Croniquer”.
Víctor Raúl, César Vallejo y sus contemporáneos, compartían los momentos de bohemia. Ellos leyeron y recitaron los poemas del poeta nicaragüense, Rubén Darío, el primer y gran poema latinoamericano. El mensaje poético de Rubén Darío comenzó a gestar en la conciencia de la juventud trujillana, la necesidad de crear un ideal verdaderamente latinoamericana. Es por eso que en febrero de 1916 cuando fallece Rubén Darío, la juventud trujillana lloró por el gran poeta. César Vallejo lloró como un niño. Antenor Orrego lo proclamó a César Vallejo “El sucesor del cisne de Managua”.
Es en este periodo, en donde César Vallejo declama “Canto a América”, poesía que no aparece en ninguna antología.
El grupo de jóvenes se constituyó en la “bohemia Trujillana”, años más tarde se le denominará como el “GRUPO NORTE”. El grupo lo encabezaba el Maestro Antenor Orrego. Prácticamente fue este Grupo que promocionó a César Vallejo a incursionar en la poesía nacional. Al inicio Vallejo fue vapuleado por tirios y troyanos, pero el “GRUPO NORTE” lo defendió.


César Vallejo amigo
A mediados de 1916, en la Universidad de Trujillo se realizaba una elección estudiantil -nos recuerda don Felipe Cossio del Pomar (2) -, cuando Víctor Raúl era propuesto para alguna candidatura, César Vallejo estaba presente en la lid electoral, y si había alguna trompeadera, como suele suceder actualmente, estaba presente. Así era la lucha por un ideal. Después de una de las contiendas electorales, para celebrar la victoria, Víctor Raúl pronuncia un discurso político, y César Vallejo hace un brindis profético para Víctor Raúl:

“Yo poeta,
Brindo mi copa por este pichón de cóndor
… …
Yo profeta
… …Anuncio que volará alto,
Y será grande… grande… “
César Vallejo (3)
Es la primera vez que se oye a César Vallejo pronunciar un discurso, pero el brindis brota como un rayo de luz hendiendo las sombras del futuro. Brillantes los ojos por las lagrimas, César Vallejo anuncia al hermano. Están presentes todos los del grupo fraternal. Todos los que leen los mismos libros y sueñan idénticos anhelos en la silenciosa noche trujillana.
En ese mismo año de 1916, César Vallejo obtiene en Trujillo un premio de un concurso de poesía. Por ese año llega a Trujillo el poeta Abraham Valdelomar (4), conductor del grupo literario “Colónida”. Valdelomar le abre le abre el camino hacia Lima.


LA BOHEMIA DE TRUJILLO EN 1916.
De izquierda a derecha –sentados- José Eulogio Garrido; Juvenal Chavarry; Domingo Parra del Riego; César Vallejo; Santiago Martín; Oscar Imaña.- De izquierda a derecha –de pie- Luís Ferrer; Federico Esquerre; Antenor Orrego; Alcides Spelucín; Gonzalo Sumarán.
El Seudónimo "Juan Amateur"
A fines de 1916, la afable actriz española Amalia de Isaura visita la Cuidad de Trujillo. Víctor Raúl aprovecho la presencia de la actriz, le entregó una comedia, de exégesis vallejiana. Se titula “TRIUNFA VANIDAD”.
La comedia trata sobre el drama que vive un humilde poeta, por el amor de una joven, cuya aristocracia lo rechaza.
César Vallejo compuso algunos versos para la comedia de Víctor Raúl. Entre ellos una dedicado a “Juan Amateur”, quien era nada menos que Víctor Raúl Haya de la Torre.
“Triunfa Vanidad”
Para ti, Juan Amateur, por tu
valiente comedia estrenada ayer,
cariñosamente.

¡ Triunfa Vanidad ! Tus dientes roedores
se ceban en el sacro manjar azul del cielo !
¡ Judaicas risas huecas ! Tus copas de licores
no son copas de gloria ! Son úlceras del suelo !

Y son tus cristos siempre los tristes soñadores
Tu padre ha sido Sancho; Mercurio fue tu abuelo !
Si brillan en tus carnes metálicos sudores,
es por que te dan lumbre las lágrimas del cielo !
Más tu éres necesaria ¡ Sin noche no hay aurora !
Tal un tropel de muros en donde triunfadora
cabalga una flameante melena de pendones !
Y en el cerebro inmenso que finge el Orbe alado
¡ Oh Vanidad ! Tus joyas agudas se han clavado,
como una turba bíblica de eternos aguijones ! …
César A. Vallejo.
Diciembre 16, de 1916.
(Diario “La Reforma”. Trujillo, lunes, 18 de diciembre de 1916).
Nota: “Juan Amateur” es el seudónimo de Víctor Raúl Haya de la Torre.



TRUJILLO, 1916
CESAR VALLEJO VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE
DE IZQUIERDA A DERECHA, EL QUINTO EL PRIMERO, SENTADO.

El público trujillano llamó a escena repetidas voces, al autor de los versos, consagrando así indirectamente el triunfo de Vallejo. Se puede observar estos episodios en los periódicos de la época de la Ciudad de Trujillo.
A mediados de 1917, Víctor Raúl llega a Lima -conocerá a don Manuel González Prada- y luego enrumba al Cusco en donde comprenderá el dolor profundo del indio andino, el verdadero Perú.
En 1918, César Vallejo llega a Lima, tendrá “la consagración intelectual de los más altos representantes del pensamiento nacional” (5). Víctor Raúl y César Vallejo continuarán estudios en la Universidad Mayor de San Marcos.
Este es un episodio, pero existen otros episodios que sucedieron en Lima y Paris. Que es bueno recordarlo.
Notas:-
1. HERBARIO ANTENOR ORREGO ESPINOZA (1892 - 1960). Profesor Trujillano y filósofo indoamericano. Conductor del Grupo Norte. Co-fundador y Director del diario “El Norte”. Fundador de la Célula Aprista de Trujillo (1926). Autor de varios libros, entre ellos: Notas Marginales, Trujillo, 1922. El Monologo Eterno, Trujillo, 1929. Pueblo-Continente, Santiago de Chile, 1939. En varias oportunidades la policía incauto sus libros, cartas, escritos, correspondencias y por ello sufrió el silencio interminable de la cárcel. Quedando en el anonimato sus obras Panoramas y Helios, trabajo literario y filosófico.
2. FELIPE COSSIO DEL POMAR (1888 – 1987). Piurano y con el título de Doctor en filosofía viaja a París a estudiar Arte en varios centros europeos. En 1924 establece amistad con César Vallejo, compartirán en varias oportunidades los géneros literarios. Cossio es el artista de su tiempo, humanista, vertical e integro. Co-fundador de la Célula Aprista de París. Cossio y Vallejo fundan y dirigen la revista “Colón”. “Edmundo Vidard” fue el seudónimo de Felipe Cossio.
3. Es interesante tener presente las terminologías y los ritmos literarios que escribe el vate y que reafirman el brindis profético. He aquí los poemas:
(De los Heraldos Negros).
HUACO
… … …
Soy el pichón de cóndor desplumado
por latino arcabuz;
y a flor de humanidad flota en los Andes,
como un perenne Lázaro de luz.
… … …

ORACION DEL CAMINO
… … …
El valle es de oro amargo
Y el trago es largo… largo…
ABRAHAM VALDELOMAR PINTO (1888 – 1919). Iqueño. Fundador de la revista “Colónida” en 1916, revista de extraordinaria repercusión en las letras del Perú. En 1918 recorre el país dando conferencias, es así que establece amistad con Vallejo.
ANTENOR ORREGO ESPINOZA. Artículo “Un libro de César Vallejo”. La reforma, Trujillo, 1918.
César Abraham Vallejo Mendoza (1892-1938).
Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979)

viernes, 4 de julio de 2008

Entrevista de Eduardo Gonzalez Viaña

Entrevista de Eduardo Gonzalez Viaña



VALLEJO EN INGLES…

…Y TAMBIEN EN SPANGLISH, MY CHULA!



Llevar Vallejo al inglés es uno de los castigos del infierno- dice Ilan Stavans quien acaba de dar a la estampa una edición bilingüe del gran poeta peruano. En formato bolsillo, ‘Spain, Take This Chalice from Me’ and Other Poems” aparece simultáneamente en Londres y Nueva York.



Una novedad del libro es su formato, precio y destino popular. En contraste con las ediciones académicas, éste va a destinado a todos los públicos lectores de Estados Unidos e Inglaterra. ¿Será capaz de leerlo el público común y corriente? Hasta ahora, el gran volumen de ventas alcanzado, demuestra que por lo menos sí es capaz de comprarlo.



Profesor en Amherst Collage y prolífico escritor, sus reflexiones sobre la lengua y la cultura han perturbado el mundo académico de los Estados Unidos que a veces las considera muy osadas. De otro lado, sus investigaciones sobre el fenómeno del Spanglish contribuyen al reconocimiento de que en este país se está operando una conquista ya no tan silenciosa.



A Ilan, que hace unos años, escandalizó Barcelona con una traducción al Spanglish del primer capítulo del Quijote, le pregunto si sería capaz de hacerlo con Vallejo. Mi interlocutor no duda ni un momento:



-¿Cómo sonaría el poema “Heces” de Vallejo en espanglish? “This noon llueve, as never before, y I feel the urge de vivir, my chula”.

A continuación, la entrevista formal.

Eduardo González Viaña: Acabas de publicar en inglés, en una edición bilingüe, una nueva traducción, hecha por Margaret Sayers Peden, de la poesía de César Vallejo. El título del libro es ‘Spain, Take This Chalice from Me’ and Other Poems y lo sacó en Nueva York y Londres la prestigiosa casa editorial Penguin. Hace algunos años hiciste un trabajo similar con Pablo Neruda. ¿Cuáles son los desafíos de traducir al Vallejo al inglés?


Ilan Stavans: Por años he sido lector de Vallejo pero traerlo al idioma de Shakespeare es, a mi gusto, uno de los castigos del infierno. Su español es inestable, elástico: según la lectura que le demos, se transforma como los cristales multicolores de un kaleidoscopio. Mi amiga Margaret Sayers Peden (Petch, entre amigos) y yo habíamos colaborado en algo de Sor Juana Inés de la Cruz y Neruda. En un mensaje electrónico, a manera de incitación, le sugerí que tradujera el poema “Los heraldos negros”. Dijo inicialmente que estaba ocupada pero al poco tiempo me sorprendió con una versión ejemplar. Le di mis comentarios, que ella tomó en cuenta, y comenzamos nuestra carrera cuesta arriba. A partir de entonces, nuestro diálogo fue casi talmúdico: cada palabra, cada frase, cada palabra merecía una reflexión, por más pasajera que fuera.



EGV: ¿Qué tipo de trayectoria ha tenido la obra de Vallejo en esta lengua?


IS: Lo han traducido Robert Bly, James Wright, Richard Schaaf, entre otros. En el 2007, Clayton Eshleman sacó un volumen titulado César Vallejo: The Complete Poems. De hecho, fue ese libro el que inició mi diálogo con Petch. El trabajo de Eshleman es admirable pero se toma demasiadas libertades.


EGV: En Vallejo, ¿cuál es la diferencia entre una traducción y una versión?

IS: Quizás más que en otros casos, con Vallejo toda traducción es una aproximación. La relación entre sus originales y las traducciones siempre es complicada. Gregory Rabassa me dijo una vez que las traducciones son como las mujeres: cuando son hermosas no son fieles y cuando son fieles no son hermosas. La ecuación me parece errónea. Las hay bellas y leales, digamos la de Mendlebaum de La Divina Comedia o la de Edith Grossman de Don Quijote. Creo que las aproximaciones de Petch a la poesía vallejiana es tanto fiel como hermosa.

EDV: ¿Es capaz el público anglosajón de hoy de entender el dilema político y moral de Vallejo?

IS: Al lector nunca hay que menospreciarlo. Nunca deja de asombrarse su suspicacia, por más que el mercantilismo manipule sus gustos. La trayectoria ideológica de Vallejo puede generar antipatía en Estados Unidos pero nunca desinterés.

EGV: ¿Puede durar y perdurar Trilce en inglés?

IS: Sin duda alguna. Las versiones que hizo Petch de los poemas III, XIII, XVI, XXVIII, XXXVI y LXI no desmerecen del original.

EGV: Los poetas suelen “morir” en un término de años que Vallejo ya ha superado largamente. Sin embargo, su vigencia se mantiene y acrecienta. ¿Por qué?

IS: Porque Vallejo es un poeta del alma, esencial, cuya revolución estilística transformó no solamente nuestra tradición poética sino al idioma español en sí. Somos menos ingenuos después de Vallejo, más patéticos.

EGV: Sé que estás terminado una antología, también bilingüe, de poesía latinoamericana que sacará Farrar, Straus and Giroux.
S: Espero publicarla en el 2010. W.H. Auden dijo con razón que la poesía no sirve para cambiar al mundo. Pero a mí al menos me entretiene, sobretodo cuando la ligo al fenómeno de la traducción. ¿De qué sirve saber dos, tres o más idiomas si no los empatizamos?



EGV: Aprovecho para preguntarte sobre un tema que siempre has enfocado con lucidez: la latinización o conquista silenciosa de los Estados Unidos.



IS: ¿Cómo sonaría el poema “Heces” de Vallejo en espanglish? “This noon llueve, as never before, y I feel the urge de vivir, my chula”. La minoría latina que poco a poco reconfigura el mapa cultural norteamericano invita a reconsiderar a la civilización hispánica en general. Porque a través de ella se está llevando a cabo un nuevo mestizaje. El espanglish, y dentro de él la traducción, son algunas de sus manifestaciones.

miércoles, 2 de julio de 2008

CESAR HILDEBRANDT Pobre Montesinos

EN LA PRIMERA (2/07/08)

Hay gente imposibilitada para la catarsis, es decir la purificación. Montesinos pudo ser el héroe de una historia que comenzó mal y terminó peor. Pudo, por ejemplo, dejarnos estupefactos y callados diciendo alguna verdad. Pero no, ha preferido aburrirnos con el Montesinos predecible, el de siempre, el Montesinos que se arrastra ante sus superiores y que es soberbio y mandón delante de quienes cree inferiores de carácter y subordinados en asuntos de inteligencia.

Mejor dicho: nos ha vuelto a aburrir con ese Montesinos que sirve a un amo hasta la abyección y que se sirve de ese amo hasta la orgía en el SIN, el depa de Buenos Aires, los cinco “Rolex” con los que no pudo borrar las humillaciones de la infancia. El mismo de siempre. El valiente cuando era escoltado por cincuenta truhanes pagados por el Estado y la ardillita que hace de sus dientes castañuelas cuando de enfrentar a los deudos de La Cantuta se trata.

El pobre Montesinos se cree elegante pero su casa en Playa Arica, llena de estatuas romanas hechas en Balconcillo, describió su almita de dómine de provincia y huachafo sin cura posible.

El pobre Montesinos se cree culto (y lo es comparado con la familia Fujimori, la señora Luz Salgado, los generalitos de dos por medio y los almirantitos con patadecabra en la maletera) pero es capaz de decir, como lo hizo en su excitado monólogo de imitador de Mantilla, “onceava vez” en vez de undécima o decimoprimera.

Se imagina enciclopédico (y lo es ante Raffo o ante el fiscalito que ya tasó por la tele) pero cree firmemente que eso de “la sociedad civil” es un “invento caviar” que intenta separar a los milicos del paisanaje. Pobre diablo. Ignora que el concepto de sociedad civil, inherente a los marcos de lo público y lo privado, es tan viejo como Tocqueville, fue tocado por Marx en el libro “La ideología alemana” y resultó modernamente reformulado por Antonio Gramsci.

La sociedad civil es el espacio que, más allá del Estado, permite la relativa autonomía de todo aquello que no tiene que ver con la coerción. Es decir, es la cocina donde se hace el caldo de la libertad (y por eso es que, intuyéndolo vagamente, el fascismo ágrafo odia sus fueros y los confunde con la objeción de conciencia para no hacer la mili).

Pobre Montesinos. Habla de “lapsus lingüis” cuando debió de decir lapsus linguae y cuando él mismo estaba incurriendo en un solo interminable de lapsus memoriae. Y asusta a un magistradito con eso de “colombroño”, que es un término en desuso, una antigualla de esas que memorizan los ridiculones para impresionar a las tías que van a hacer su culturita a las charlas de Trapecio. Hace mil años que no se dice colombroño sino tocayo, que suena mejor y es menos retorcido.

Pobre Montesinos. Quiere ser culto y académico pero le sale el olor a pies del alférez trepador en el cuartel de La Joya. Dice “porque tengo una memoria mnemotécnica”, que es como decir “sangre roja” o “inescrupuloso ladrón”. Porque la mnemotecnia es precisamente el ejercicio de las asociaciones mentales que facilitan el recuerdo.

Pobre Montesinos. Quiso ser el salvador de quien podría salvarlo (en el incierto futuro) y lo hizo tan mal que hasta Nakazaki, acostumbrado a hacer clavados en los Everglades, tuvo que tomar distancia.

Montesinos se vistió de sí mismo para acudir a lo que creyó que iba a ser su segundo debut en sociedad. Retocado mil veces ante un espejo que le devolvía a un tipo gordo que no podía ser él –no, de ninguna manera– se presentó para la realización de una proeza imposible: limpiar con mugre, esclarecer con olvidos, exculpar desde la propia culpa negada, despachar costosas indulgencias en una oficina con sede en el infierno.

Lo que sí fue nuevo y perversón fue el asunto del amaneramiento achorado de Montesinos. Montesinos fue con voz de Maruja, ademanes de Lady Bardales defendiendo su presa y agudeza maligna de señora Thatcher mal traducida. La verdad es que pareció una dama muy agitada que volvía a ver a quien la había encumbrado y puesto casa propia y SIN en condominio.

Y sonrió tanto, guiñó tanto el ojito, fue tan categórico en sus desmanes y tan violento en la defensa de su hombre (estoy hablando en términos de Inteligencia, si me permiten sus señorías) que hizo recordar ese término infame que André Coyné ha resucitado para difamar a la suegra de Vallejo: “cocotte”. La “cocotte” era la mantenida. La fiel sin tener que serlo. La incondicional por conveniencia. La que debía de mentir con cada sístole.

El tiempo sirve a veces para que las esencias prevalezcan. Y lo que queda de Montesinos es un Esparza Zañartu más audaz. Vargas Llosa llamó Cayo Mierda a Esparza en “Conversación en la catedral”. Aquí, para que los parecidos hagan click, lo que hace falta es que Fujimori se rompa la pierna en una fiesta de dudosa reputación.

Qué pena, Vladimiro. Te perdiste el jabón de la catarsis. Es mejor que tus colonias de Duty Free panameño.

Creado por SOCIALISMO_PERUANO 13:18:03 comentarios (0) Enviar a un amigo