jueves, 4 de diciembre de 2008

Georgette Vallejo

Por: Domingo Varas

La reivindicación de la viuda negra


Alberto Aznarán descubrió primero a Vallejo en la escuela secundaria, cuando recitaba sus poemas y los de Chocano y Valdelomar en las veladas estudiantiles. Este incipiente entusiasmo, sin embargo, fue opacado por la pasión política. Hombre de extremos, cuando se decepcionó de la política en los años 80, volvió los ojos a esa temprana vocación por Vallejo. Pero, desanimado por la montaña de críticas y estudios realizados en torno al autor de Trilce, y después de una fallida romería al cementerio Presbítero Maestro en pos de la tumba de Georgette, la viuda de César Vallejo, se prendó de la figura y obra de este polémico y enigmático personaje. Vallejiano hasta el tuétano, rinde homenaje a Georgette porque cree que ella es la fundadora del vallejismo. Actualmente, prepara la primera biografía documentada de Georgette Marie Travers Philippart, a la que ha se ha dedicado con desvelo en los últimos años y que publicará el próximo año para celebrar el centenario de su natalicio. En esa biografía- asegura- hará justicia a una viuda literaria que fue duramente vejada por tirios y troyanos. Georgette murió a los 76 años en Lima tras sostener una dura batalla contra críticos, editores, traductores y todo aquel que osare profanar la memoria y obra de César Vallejo.

Aznarán vive en París desde 1973 y desde la Ciudad Luz edita actualmente un boletín que se llama Enereida y dirige la filial del Instituto de Estudios Vallejianos en esa ciudad.


En los últimos años, sabemos que estás empeñado en reivindicar la memoria de Georgette Vallejo, ¿cómo así nació este interés, ese llamado por reivindicar a la viuda del autor de “Trilce”?

Bueno, en los años 60 y 70, siempre leía noticias sobre ella, sobre su lucha por defender los derechos de autor de Vallejo, sus peleas con editores y otras personas que publicaba la obra del poeta sin su autorización y consentimiento. Sin embargo, si tuviera que señalar una fecha a partir de la cual me dediqué a conocer y estudiar la vida de Georgette sería el 4 de diciembre de 1984, fecha en que ella muere. Pocos días después fuimos a visitar su tumba y, al no poder encontrarla, a pesar de que nos dirigimos a averiguar al Consulado de Francia en Lima, surgió el interés por este personaje que se convirtió en una suerte de enigma. Tuvieron que pasar unos años para enterarnos que yacía enterrada en La Planicie.


Hay una suerte de leyenda negra que rodea la figura de Georgette, uno de los que contribuyó a ello fue Neruda quien en sus memorias la describe como una tirana, una mujer de mal carácter. ¿Qué nos puedes decir sobre esto, de acuerdo a tus investigaciones cuál es el verdadero perfil de Georgette?


En su libro Confieso que he vivido, en efecto, Neruda presenta a Geogette como una tirana malgeniada, hija de una conserje, o sea de una guardiana de edificio, lo cual está muy lejos de la verdad porque ella fue hija de una costurera. Neruda también refiere que vallejo a solas era una persona alegre, extrovertida, pero cuando estaba presente su mujer cambiaba completamente y se le veía apesadumbrado, incluso mahumorado. La tirria de Neruda llega al extremo de afirmar que, en el Segundo Congreso de Escritores Antifascistas en defensa de la cultura realizado en plena guerra civil española, Georgette le caía antipática a todos los escritores asistentes a este evento. Sin embargo, Octavio Paz afirmó en alguna ocasión que Georgette era la persona más hermosa que había en ese congreso. En todo caso, las referencias de Neruda me parecen ligeras, puesto que el poeta chileno no fue íntimo amigo de los Vallejo, solo se conocieron de manera ocasional.


¿Cuál es entonces el real papel que cumplió Georgette en la vida y la obra de Vallejo?


No voy a explayarme sobre esto, porque estoy preparando una biografía integral de César y Georgette Vallejo. En este libro demostraré cómo la labor y la persistencia de Georgette para difundir la vida y obra del poeta han permitido crear las bases de preservación y reconocimiento de la estatura universal e inmortal de César Vallejo. Creo que nadie más que ella lo conoció en todos los aspectos, vivieron 9 años juntos y tras su muerte quedó viuda a la edad de treinta años. Lo que más me cautiva de su figura es que, pese a su juventud y hermosura, no optara por una vida fácil y cómoda y que se dedicará exclusivamente durante 46 años a la difusión y respeto de la vida y obra de nuestro vate universal.


Y si esta figura está nimbada de ese halo romántico y heroico, ¿por qué resulto ser una viuda literaria tan denostada, tan vilipendiada, tan vapuleada por la crítica y algunos amigos de Vallejo?


Hay varias razones, pero una de las principales podría ser el desdén de los críticos y algunos amigos de Vallejo que no la consideraban con la suficiente preparación, méritos ni experiencia para hacerse cargo de la inmensa obra del poeta. Basta recordar que Vallejo la conoció cuando ella tenía 16 años y cursaba sus estudios secundarios que finalmente no concluyó. No obstante estas limitaciones académicas, Georgette se atrevió a pasar en limpio los manuscritos, cuidar y preservar los originales y editar la obra poética, incluso acompañada de comentarios suyos que no agradaron a muchos exegetas y doctos en la vida y obra de Vallejo.

Las últimas críticas o libros que han sido publicados sobre Vallejo como el de Stephen Hart la acusan de haber manipulado los escritos póstumos e incluso de haber desaparecido los manuscritos autógrafos. ¿Por qué crees que fue tan celosa con la obra, no es acaso por ese recelo que nacieron los malentendidos con los vallejianos?


Gonzalo More escribe que tras el entierro del poeta se reunieron con Georgette en el barrio de Montaparnasse para discutir qué hacer con las obras póstumas y él relata que después de esa primera reunión no hubo otras, porque el grupo de amigos y la viuda del poeta llegaron a tal punto de desacuerdo que ya no era posible volver a reunirse. De manera que por un lado se quedaron los amigos de Vallejo encabezados por Gonzalo More y Juan Larrea y por el otro lado estaban Georgette con Porras Barrenechea liderando un grupo de personas que querían difundir la obra póstuma del poeta. Es desde ahí que empieza esa leyenda negra a la que hacías referencia, donde todo lo que pudo haber hecho Georgette era negativo, era malo.

Ella aportó mucho, por cierto, con su vitriólico carácter a alimentar esta leyenda negra

Sí, claro. Ella tenía un carácter muy apasionado y temperamental. Si al celo por la difusión de la obra poética más fidedigna, se le añade su talante nervioso, pues tomaba mucho café, no se alimentaba muy bien y además vivía sola, resultan comprensibles todos los anticuerpos creados en torno a su figura. Pero haciendo un balance de su vida lo positivo pesaría mucho más que las cosas negativas, lo que sí se puede demostrar es que no tuvo mala intención. Ella se abocó a dos objetivos: difundir el conocimiento real de la vida y obra de Vallejo y cumplir con la voluntad del poeta que era descansar en el cementerio de Montparnasse. Esto último lo logró tras cuarentitantos años de sacrificios y privaciones, desde el año 1970 los restos del poeta yacen en el cementerio de Montparnasse.

Georgette también escribió versos, ¿qué nos puedes decir de esta faceta poco conocida de ella?

Lo más sorprendente del enigma Georgette es que después de la muerte de César ella se puso a escribir poemas. Creo que no existe caso similar en la historia literaria moderna, quizá el de Sartre y Simone de Beauvoir, pareja de escritores que sin embargo no mantuvo la fidelidad del amor hasta el fin, contra toda prueba. He difundido la poesía de Georgette en algunos círculos literarios en Francia y he recibido comentarios elogiosos y críticas que resaltan su alto nivel literario. Ella escribió casi 200 poemas entre París y Lima y los agrupó bajo el título de Máscaras de cal; los escribió en francés y después algunos los tradujo. Hay una edición del Instituto de Estudios Vallejianos de Trujllo que tiene muchos errores de imprenta y de traducción.

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