miércoles, 4 de noviembre de 2009

Rv: poemas del Che



--- El mié, 4/11/09, Valquiria <silvia.anaisnin@gmail.com> escribió:

De: Valquiria <silvia.anaisnin@gmail.com>
Asunto: poemas del Che
Para:
Fecha: miércoles, 4 de noviembre, 2009 10:15

 reenviado ----------
De:  <mosquera@peru.com>
Fecha: 3 de noviembre de 2009 18:07
Asunto: poemas del che




 Poemas escritos por Ernesto Guevara de la Serna, en Bolivia, Guatemala y México, durante su segundo viaje por América Latina.
  1. A los mineros de Bolivia
  2. En un 9 de abril

Es el trueno y se desbocaCon inimitable fragor.Cien y mil truenos estallan,y es profunda su canción.Son los mineros que llegan,son los mineros del pueblo,los hombres que se encandilancuando salen al sol,y que dominan el truenoy aman su recio fragor.¿Que la metralla los siegay la dinamitaestallay sus cuerpos se disfundenen partículas de horror,cuando llega alguna balahasta el ígneo cinturón?¡QUÉ IMPORTA!;Es el trueno y se desbocacon inimitable fragor.Cien mil truenos estallan,y es profunda su canción.Por la boca del truenose oye volar el valor.Son los mineros de acero,son el pueblo y su dolor.Salen de una cavernacolgada en la montaña.Son enjambres de toposque llegan a morirsin miedo a la metralla.Morir, tal la palabraque es norte de sus días;morir despedazado,morir de silicosis,morir anemizado,morir lenta agonía
en la cueva derrumbada.

¿Qué más da?

María Bárzola los guíay hay resortes que impulsana los topos combatientes:Son mujeres no-mujeresque duermen en sus camas,son niños esqueletosque maman de esas mamas;es el hambre y la miseria,la sed de justicia humana,las que impulsan al combatea la fiera grey armada.Ellos lanzan a Bolivia,desde su muerte ignorada,la anunciaron de un futuroque la vida les cobrara."Cuando caigan los baronesque el estaño fabricóy el pueblo diga: 'son míos',sobre los campos yermos,callarán estos fusiles,callará también el trueno,no sonará el pututuni se oirán nuevos lamentos,y las espaldas felicesse doblarán bajo el pesoque pesa todo lo nuestro."M.I.O.Encallado navío,te entrego mi canción de despedida.Y sembrada en la sangre de mi muerte lejanacon raíces mudables bajo un tiempo de piedra,¡Soledad!, flor nostálgica de vivientes paredes,Soledad de mi tránsito detenido en la tierra.Quise llevar en la maletael sabor fugaz de tus entrañasy quedó en el aire circular y cierto,el insulto a lo viril de mi esperanza.Ya me voy por caminos más largos que el recuerdocon la hermética soledad del peregrino,pero, circular y cierto, a mi costadoalgo marca el compás a mi destino.Cuando al final de todas las jornadasya no tenga un futuro hecho camino,vendré a reverdecerme en tu miradaese riente jirón de mi destino.Me iré por caminos más largos que el recuerdoeslabonando adioses en el fluir del tiempo.De pie el recuerdo caído en el camino,cansado de seguirme sin historia,olvidado en un árbol del camino.Iré tan lejos que el recuerdo mueradestrozado en las piedras del camino,seguiré siendo el mismo peregrinode pena adentro y la sonrisa fuera.Esa mirada circular y fuerteen un mágico pase de muletaesquivó en mi ansia toda metaconvirtiéndome en vector de la tangente.Y no quise mirar para no verte,sonrosado torero de mi dicha,invitarme con gesto displicente.El mar me llama con su amistosa mano.Mi prado —un continente—Se desenrosca suave e indelebleComo una campanada en el crepúsculo.La ciencia que muestra un microscopio negroes un médico almidonado frente a una registradora.El arte..., todo lo que el arte muestraes la estéril mecánica de una Leica.Un indio cargado de penas y temores (y también de añoranzaspor aquello que fue aunque no fueray cuyo retorno anhela),una sonrisa estúpida de coca, alcohol y hambre.Un sexo vendido al peso—muy barato en América—.Un recuerdo indiferente de glándulas vacías.Guatemala, que me dejasteuna amplia herida en el flancoy una mujer que encuentra en sus pesaresla oportunidad de succionarlas y succionarme,un vago sentimiento de sollozo dilapidado.Y hay un hilo que une, una a una, las cuitas:es el grito del hombre que despierta.Así cuando este día con mano temblorosapongo mi prisa en un registro ambiguo.Con el sabor extraño de fruto encajonadoantes de consumar la madurez al árbol.A veces no percibo su llamadodesde mi alada torre de viejo solitario,pero hay días que siento despertar al sexoy voy a la hembra, a mendigar un beso;y sé entonces que jamás besaré el almade quien no logre llamarme camarada...Sé que los perfumes de valores purosllenarán mi mente de fecundas alas,sé que dejaré los agnósticos placeresde copular ideas sin funciones prácticas.Sé que el día del combate a muertehombros del pueblo apoyarán mis hombros,que si no veo la total victoriade la causa por que lucha el pueblo,será porque caí en la brega por llevar la idea hasta un fin supremo,lo sé con la certeza de la fe que nacequitando del plumaje el cascarón antiguo.

Autorretrato oscuro

De una joven nación de raíces de hierbaraíces que niegan la rabia de América)vengo a ustedes, hermanos norteños.Cargado de gritos de desaliento y de fe,vengo a ustedes, hermanos norteños, vengo de donde venimos los "homo sapiens",devoré kilómetros en ritos trashumantes;con mi materia asmática que cargo como una cruzy en la entraña extraña de metáfora inconexa.La ruta fue muy larga y muy grande la carga,persiste en mí el aroma de los pasos vagabundosy aún en el naufragio de mi ser subterráneo,—a pesar de que se anuncian orillas salvadoras—nado displicente contra la resaca,conservando intacta la condición de náufrago.Estoy solo frente a la noche inexorabley a cierto dejo dulzón de los billetes.Europa me llama con voz de vino añejo,aliento de carne rubia, objetos de museo.Y en la clarinada alegre de países nuevosyo recibo de frente el impacto difusode la canción, de Marx y Engelsque Lenin ejecuta y entonan los pueblos.

Y aquí

"Soy mestizo", grita un pintor de paleta encendida,"soy mestizo", me gritan los animales perseguidos,"soy mestizo", claman los poetas peregrinos, "soy mestizo", resume el hombre que me encuentra en el diario dolor de cada esquina,y hasta el enigma pétreo de la raza muertaacariciando una virgen de madera dorada:"es mestizo este grotesco hijo de mis entrañas".Yo también soy mestizo en otro aspecto:en la lucha en que se unen y repelenlas dos fuerzas que disputan mi intelecto,las fuerzas que me llaman sintiendo de mis víscerasel sabor extraño de fruto encajonadoantes de lograr su madurez de árbol.Me vuelvo en el límite de la América hispanaa saborear un pasado que engloba el continente.El recuerdo se desliza con suavidad indeleble
con el lejano tañir de una campana.

Despedida a Tomás

A tí, encallado amigo,hacia las aguas quietasdel arrecife blancodonde te amarra tu sueño de náufrago,va mi canción de despedida.Hoy he despertadocon afán de alas en las jarcias,y tiendo velas inalámbricasnavegando hacia el puerto de la horamarcado por la brújula indolente.Hoy estiro mi lenguaje al vientopara estrechar tus palabrasy llevarme algo de tu lamento tiernoa compartir asombrosque ya estoy viviendo.Se fue ya la primaveraque fertiliza tu almohada;no es por mi partidasino por tu nave que ya no navega.Te comprendo, golondrina truncada.Quisiera llevarte a la fuente Castaliao darte elixir de iguales poderes;y aunque soy un médico asomado a las cosasque no las transforma y apenas comprende.Tengo no obstante una fórmula mágica—creo que la aprendí en una mina de Bolivia,o tal vez chilena, peruana o mexicana,o en el destroncado imperio del Sonora,o en un puerto negro del Brasil africano,o tal vez en cada punto una palabra—.La fórmula es sencilla:No te ocupes del cerco, ataca el arrecife,une tus manos jóvenes a la piedra ancianay dale en tu pulso a los rojos corales palpitantesen diminutas ondas cotidianas.Un día, aunque mi recuerdo sea una velamás allá del horizontey tu recuerdo sea una naveencallada en mi memoria,se asomará la aurora a gritar con asombroviendo a los rojos hermanos del horizontemarchando alegres hacia el porvenir.Ellos los males quietos terribles y blancoscomo la noche sorprendida al revés.Y entonces, poeta blancuzco de cuatro paredes,serás el cantor del universo;entonces, poeta trágico, delicado, enfermo,serás un robusto poeta del pueblo.

Canto al Nilo

Enorme es tu pasadoinsumiso mar de dos mareas.Tu sinfonía de inquietos cocodrilosdio marco al monolítico arquitecto;las plegarias del hombre labraron su futuroa partir del concepto que aprendiste de la vida,tu sangre legamosallenó las tierras de blancos trinos vegetales;tu mecanismo de cósmico impulsollevó al Africa a través de las erasdesde antes que a los toros venerara.Pero cuánto dormiste;cuarenta siglos fueron hasta el grito del corajeque sólo estremeciera tu músculo atrevido.Si hoy le canto al ayer de muerta piedray convoco los recuerdos de Tebas,es que el presente aflora en tu pasado,es que vive en la presa de Asuány en Suez reconquistado.Canto al nuevo grito de tu garganta sonorsa,al hondo retumbar de las pisadas solemnesuniendo su destino en el polvo del desierto.Canto a la mano sobria que estrecha su certezacon la certeza inculta del último beduino.Va el canto hacia los hijos que defienden tu suelocon los firmes morteros de los rifles del pueblo.(¿Alguien puede afirmar sin sonrojarseel triunfo de la fuerza sobre la fe del hombre?)Te admiro y te presiento en mis almas sustancialescon toda tu justicia de arteria nutritiva,te quiero porque hermano mi aurora con tu auroray en mis carnes se adentra la feroz mordedurade coloniales fauces(decadentes mandíbulas celadoras de Israel)y retumba en mis sienes, en el clásico son,el eco de las bombas que caen sobre tu hermanorectilíneo y sosegado hermano artificial,sin doblegar tu cielo de impávidas alburas.Hoy que mi patria está llena de jalones huecosy yo inicio mi pistola en hazañas menores,tu epopeya acicatea mis idealesespuela de la lucha nos recuerdabadajo de la fuera más sublime.Si tu impulso no emerge en las riberas del Platay es vano tu ejemplo para ahuyentar su modorra,llevaré mis pupilas cargadas de tu espermapara derramarlas sobre la tierra en derrota.Al fin,¿alguien puede afirmar sin sonrojarseel triunfo de la espada sobre la fe del hombre?Vieja María, vas a morir,quiero hablarte en serio:Tu vida fue un rosario completo de agonías,no hubo hombre amado, ni salud, ni dinero,apenas el hambre para ser compartida;quiero hablar de tu esperanza,de las tres distintas esperanzasque tu hija fabricó sin saber cómo.Toma esta mano de hombre que parece de niñoen las tuyas pulidas con el jabón amarillo.Restriega tus callos duros y los nudillos purosen la suave vergüenza de mis manos de médico.Escucha, abuela proletaria:cree en el hombre que llega,cree en el futuro que nunca verás.Ni reces al dios inclementeque toda una vida mintió tu esperanza.Ni pidas clemencia a la muertepara ver crecer a tus caricias pardas;los cielos son sordos y en ti manda el oscuro;sobre todo tendrás una roja venganza,lo juro por la exacta dimensión de mis idealestus nietos todos vivirán la aurora,muere en paz, vieja luchadora.Vas a morir vieja María;treinta proyectos de mortajadirán adiós con la mirada,el día de estos que te vayas.Vas a morir vieja María,quedarán mudas las paredes de la salacuando la muerte se conjugue con el asmay copulen su amor en tu garganta.Esas tres caricias construidas de bronce(la única luz que alivia tu noche),esos tres nietos vestidos de hambre,añorarán los nudos de los dedos viejosdonde siempre encontraban alguna sonrisa.Eso será todo, vieja María.Tu vida fue un rosario de flacas agonías,no hubo un hombre amado, salud, alegría,apenas el hambre para ser compartida,tu vida fue triste, vieja María.Cuando el anuncio de descanso eternoenturbia el dolor de tus pupilas,cuando tus manos de perpetua fregonaabsorban la última ingenua caricia,piensa en ellos... y lloras,pobre vieja María.¡No, no lo hagas!No ores al dios indolenteque toda una vida mintió tu esperanzani pidas clemencia a la muerte,tu vida fue horriblemente vestida de hambre,acaba vestida de asma.Pero quiero anunciarte,en voz baja y viril de las esperanzas,la más roja y viril de las venganzasquiero jurarlo por la exactadimensión de mis ideales.Toma esta mano de hombre que parece de niñoentre las tuyas pulidas por el jabón amarillo,restriega los callos duros y los nudillos purosen la suave vergüenza de mis manos de médico.Descansa en paz, vieja María,descansa en paz, vieja luchadora,tus nietos todos vivirán la aurora,
LO JURO.

Palenque

Algo queda vivo en tu piedrahermana de las verdes alboradas tu silencio de manos escandaliza las tumbas reales.Te hiere el corazón la piqueta indiferentede un sabio de gafas aburridasy te golpea el rostro la procaz ofensadel estúpido "¡oh!" de un gringo turista.Pero tienes algo vivo.Yo no sé qué es,la selva te ofrenda un abrazo de troncosy aun la misericordia araña de sus raíces.Un zoólogo enorme muestra el alfilerdonde prenderá tus templos para el trono,y tú no mueres todavía.¿Qué fuerza te mantienemás allá de los siglosviva y palpitante como en la juventud?¿Qué dios sopla, al final de la jornadael hálito vital en tus estelas?¿Será el sol jocundo de los trópicos?¿Por qué no lo hace en Chichén-Itzá?¿Será el abrazo jovial de la florestao el canto melodioso de los pájaros?¿Y por qué duerme más hondo a Quiriguá?¿Será el tañir del manantial sonorogolpeando entre los riscos de la sierra?Los incas han muerto, sin embargo.

Canto a Fidel

Vámonos,ardiente profeta de la aurora,por recónditos senderos inalámbricosa liberar el verde caimán que tanto amas.Vámonos,derrotando afrentas con la frenteplena de martianas estrellas insurrectas,juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte.Cuando suene el primer disparo y se despierteen virginal asombro la manigua entera,allí, a tu lado, serenos combatientes,nos tendrás.Cuando tu voz derrame hacia los cuatro vientosreforma agraria, justicia, pan, libertad,allí, a tu lado, con idénticos acentos,nos tendrás.Y cuando llegue al final de la jornadala sanitaria operación contra el tirano,allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla,nos tendrás.El día que la fiera se lama el flanco heridodonde el dardo nacionalizador le dé,allí, a tu lado, con el corazón altivo,nos tendrás.No pienses que puedan menguar nuestra enterezalas doradas pulgas armadas de regalos,pedimos un fusil, sus balas y una peña.Nada más.Y si en nuestro camino se interpone el hierro,pedimos un sudario de cubanas lágrimaspara que se cubran los guerrilleros huesosen el tránsito a la historia americana.Nada más.

Uaxactún... dormida

A Morley, el desconocido y venerado amigo

Uaxactún, la de grises ensueños,voz escondida detrás del misterio;bella durmiente de los bosques nuestros!He venido a besarte los ruedos,o la verde maraña del pelo,o el aire que mide el silencio.Uaxactún, Uaxactún.Yo sé que tu muerte es invento del blanco:te dormiste cansada de andar por los siglos,compañera sola del monte infinito.Adivino el comienzo del sueño,cuando lanzaste tus glóbulos pardos—retoños del bronce— al fluir de los vientos,Uaxactún, Uaxactún.Imitando en atávico gestola dispersión que allende los maresnos enviara el asiático ancestro.Y cuando lanzaste tu grito de adiósdespidiendo al abuelo del abuelodel quetzalíneo Tecum.Uaxactún, Uaxactún.Y cuando cerraste tus ojos de templos,y cuando cruzaste tus brazos de estelas(detenidos relojes que duermen el tiempo).Mas tu embrujada quietud y el silenciocederán al influjo de un príncipe belloque "levántate y anda" te ordene en un beso.Uaxactún, Uaxactún.Ya se oye en tu sueño de siglosel trinar de aurorales alondras,anunciando el final de la nochecuando tus nuevos retoños de broncese bañan al sol que alumbra sus tierras.
Uaxactún,
Uaxactún.
Es el final del sueño:se anuncia el príncipe;deviene el pueblocon pífanos y tamboriles,sembrando ejemplos rojosen el corazón de América.
M.I.O.

España en América

¿Recuerdas, Guatemala,esos días de julio del año 36?Claro que sí. En tu pétreo esqueleto, en tus venas cantarinas, en tu cabellera verde, en tu volcánico senolo recuerdas.Como a mí, con mi memoria de niñosuccionando el pasado, aflora a tu recuerdo invertebradode democracia en pañales, el tableteo lejano de la infamia.Tus viejos poetas lo recuerdan, tus jóvenes vates lo adivinan:en Granada y en la noche sin aurorael plomo brotaba de las manosque llorando balas ahogabanla voz del Rey de los gitanos.Todos tus cantores lo recuerdan.Granada, Bananera,nombres frescos de frutas sacarinas.Granada, Bananera,símbolos trágicos del hombre en el ocaso.Allí, en Europa, los que "tienen—por eso no lloran—de plomo las calaveras."Aquí, en América, los que se venden,—por lo que den—al dólar de la frutera.No pudieron desmenuzar poetas,pero con granadas abrieron—como granadas frutas sacarinas—el pecho de los hijos de tu pueblo.El delito de ser libres los llevó hasta el cementerio.El delito de ser hombres los puso entre los muertos.Y los títeres gritaban,mataban, escarnecían,con la voz y con la acciónde "mamita compañía".Castillo Armas aquíallá se llamó Franco.Dos nombres y el pueblo ensangrentado,y un grito que cementa el viejo abrazo. ¿Y Chamberlain, Hitler, Mussolini?Murieron, mas sus hijos proliferan.El gran retoño en que perdura el Ejees un venerable abuelo de lustrosa calva,evangélica sentencia y puñal aleve.Venera antepasados con religiosa uncióny enciende cirios ante el jefe de su clan,el mítico personaje esclavizador;el Señor monopolio.Y Chamberlain, ¿no tuvo hijos?¡Ay, los tuvo!Ay, su pútrido espermagerminó en América.Vargas y Pinillas se llaman los traidoresque la faz de los pueblosmancharon de vergüenza.(No hablemos de Gálvez ni Somoza,viejos receptáculos de mierda.). En sus manos tienen sangre americana.Y en la cara escupitajode los hijos de Brasil, de Colombia,de Honduras, Nicaragua y Guatemala."Anticípole defensa del mundo occidental.""Jamás olvidaré al glorioso general."¡Cómo aúllan los chacales en la noche!¡Cómo azuza el abuelo a sus coyotes! Mas la historia consumió deceniosenseñando la meta a donde lleva el miedo. Ni Hitler ni Mussolini tienen tumbasni flores que jalonen el recuerdo.Abre los ojos la mitad del mundola otra mitad está despierto.Guernica, Chiquimula,bombas que enlazan democracias hermanas.Hermanas en los muertos inocentes,hermanas en la sangre derramada,hermanas en la impotencia desesperada.Guatemala, tu pueblo despiertacomo despertó en Madridy, de México a Argentina,tus latinas hermanaste nombran su adalid.Guatemala, Guatemala,¡esperanza de América!Llama a los pueblos, te dirán "presente". Juntos castigaremos el puñal atómicoy encenderemos su propio polvorín,y el continente entero admirará sonriendola llamarada roja que esperaba el pueblo.M.I.O.Junio del 54


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