jueves, 3 de diciembre de 2009

APURUNKU

ALEJANDRO MEDINA BUSTINZA (Apurunku)



Por: Antonio Sarmiento



“ …(Aymaraes-Apurímac) Integrante y cofundador del grupo literario AEDOSMIL. Los mejores textos del poeta Apurunco están teñidos de un diáfano lirismo, y se inscriben dentro de aquel movimiento en espiral que le permite mirar hacia adentro, es decir, volver a las raíces pletóricas de puro sentimiento andino. Esta vuelta hacia la matriz y hacia el útero implica también un regreso hacia lo instintivo, lo puro y lo no contaminado en donde el vate ha de sentirse cautivo o prisionero del ojo y se asoma a mirar desde las dimensiones más sensible y desgarradas del alma humana para desde allí, buscar en el amor el origen y la esencia de las cosas, sin dejarse siquiera domeñar ante la preceptiva y los puristas porque sus versos nada tiene que ver con esos banales juegos de artificios o esas piezas verbales de laboratorio, ni mucho menos con aquella actitud de aislamiento, de prescindencia del hombre y de la vida.



Por el contrario el poeta unifica la vitalidad artística con la razón de vivir, porque en él la expresión o producción estética es reconocible a través de su temple, de su nervio o de su forma de estar y de actuar en comunión unánime con la naturaleza, y el cosmos. Desde que conozco al vate vi siempre clarear en sus ojos un intenso brillo, de inapelable tristeza, y van humedeciéndose ante el recuerdo y la remembranza del lar nativo. De allí que su estro se desangra en ausencias y grises lejanías, como en los poemas: “Hierbita de hojas luna” y “Lejanía III” Pág. 63 y 70 del poemario “Ojos tocuyo”



Hay fidelidad, devoción al terruño y a la mujer amada que surgen de la contemplación activa y del hondo estremecimiento que debe provocar toda buena poesía. Aquí poco interesa encasillar y juzgar sus valores estéticos –de acuerdo a una pedestre concepción occidental del arte- sino más bien obedeciendo a la visión andina sentir a la vez, cómo el efluvio artístico junto al torrente vital hacen que el lírida Alejandro Medina Bustinza -Aprunco- pueda vivir intensamente amando al amor y a su trágica belleza.




A manera de autobiografía


Aymaraes-Apurímac, nací casi a fines de agosto. Presiento que sucedió en el momento menos oportuno, y según mi DNI en el lugar no indicado. Pero eso sólo resuelve asuntos jurídicos, el tono literario que conllevo es de donde viví intensamente. Claro está, ahora habito en la orilla del mar, y me refresco con las brisas de las playas del Callao, entonces las gaviotas, los pelícanos que vuelan sobre las olas del mar chalaco, ya no me son indiferentes. Siento que fueron siempre parte de este mi osmosis hecho de suncho y acelga.



Viví con mis abuelos Ángela y Gregorio, escalando contento las alturas hasta llegar junto a las wallatas, entre escarchas y capulíes; y en otras deslizándome hacia las playas, para vestirme de arena, canillita, raspadillero, rajador de trompos y canicas. Habitando pueblos jóvenes y viejos. Culminé mis estudios secundarios en GUE Ricardo Palma Surquillo donde obtuve primer puesto en poesía en los juegos florales. En 1997- MED resulté ganador del concurso nacional de Liter. Infantil Regional Callao - Lima en narrativa con el cuento “Camino a mucayu” Empecé a escribir leyendo a Julio Verne “Capitán de 15 años”, y escuchando las melodías andinas entre arpas y violines.



Hice mis estudios superiores en las Universidades del Cusco y Huacho. Postgrado en la Univ. Nac. De Educación Enrique Guzmán y Valle la Cantuta, maestría en “Didáctica de la comunicación”



PUBLICACIONES:



“El despertar de los míos” poesía 1988

“ Apu Runco “ poemas y cuentos 1991

“Conversaciones desde Tiaparo “ Carta y cuentos 1994

“Despojados “Antología poética de Aedosmil coautor 1998

“6 Poetas peruanos “Antología poética Aedosmil coautor 2001

“Ojos tocuyo “poesía 2004

“De cola larga y fea” cuento corto 2006

“Brevísima antología personal” poesía 2006

“Se prohíbe estar triste” Algunas técnicas pedagógicas para crear y escribir poesía. 2008

“Camino a mucayu “y otros cuentos 2008





e -mail: alejomedinab@yahoo.com

apurunco@hotmail.com



Celular : 998779560











Brevísima antología personal del poeta Alejandro Medina Bustinza (Apurunku) Lima, Aedosmil, 2006



Por : Jorge Luis Roncal

Presidente del Gremio de Escritores del Perú



Desde Apu Runco, poesía y narración (1991) hasta Ojos tocuyo (2004), la escritura poética de Alejandro Medina Bustinza ha descrito un proceso de constante evolución y ha madurado hasta constituirse en una de las voces más importantes de la poesía peruana actual. Y este curso de permanente aprendizaje, perfeccionamiento y cristalización, sostenido en una firme vocación por la palabra creadora y por la convicción de que esta es ante todo “trabajo de alfarero”, se expresa de manera cabal en su “Brevísima antología personal”.



Lejos del desborde y la hojarasca, y más bien próxima ala poética de José María Argüedas, la poesía de Alejandro Medina Bustinza da cuenta de los temas centrales que conmueven al hombre de nuestros días, consciente de su tiempo y de su época: el amor, tierno y doliente, la amistad y la profunda solidaridad; la denuncia social y el clamor contra la injusticia, la profunda identificación con sus raíces y el universo del campo. En el caso de Medina: la magia, el asombro, la ternura y las bellas imágenes de la poesía y los cantos andinos están presente de manera natural y no han sido extrañados de su cause por el rumor sordo del caos urbano que se ha apoderado de más de un escritor de procedencia andina, ganados finalmente por el estruendo, la proclama entendida, el grito que no convence, o en el peor de los casos, pervertidos por la impostura y el falso ropaje social. Es que esta contienda sólo puede resolverse, como lo hace Alejandro Medina Bustinza, desde la única opción posible para los escritores y artista populares: la autenticidad.

Y la confesión de fe, una suerte de arte poética en la forma epistolar en carta dirigida al maestro Federico La Torre Ormachea, incluida atinadamente en esta antología, corona de manera límpida el camino escogido por Alejandro Medina: la noble, bella y rebelde poesía arraigada en su tiempo, su historia y el porvenir esperanzado de las mayorías.





Poeta y a veces narrador



Por: José Guillermo Vargas Rodríguez

Presidente de la Casa del poeta peruano



“ Alejandro Medina Bustinza, escribe al tuntum de la vida, desde niño. Pulsó los más humildes oficios, hasta recalar como maestro desde los claustros de las universidades del Cusco y Huacho. Con extraña terquedad, su corpus poético mantiene lo raigal o andino, a pesar de vivir en el Callao hace tiempo, donde formó su hogar y perdió tempranamente a su esposa.



Mucha vida y desgracia para enraizar su corazón en el inmenso mar chalaco al que ha logrado como su segunda tierra. Maestro, promotor cultural, poeta y a veces narrador, forma parte del grupo poético AEDOSMIL, del cual es confundidor.



Parece ser el único vate de Aedosmil que escribe bajo arquetipos andinos y uno de los aedas con claras excepcionales cualidades para descollar en esta especialidad tan venida a menos por nuestros jóvenes poetas contemporáneos. La tensión lírica y su brevedad extraída del harawi garúan sobre sus cortos periodos que titilan por la ternura acanalada en la profusión de diminutivos…”









LA VIGENCIA DE LA CULTURA ANDINA EN LA POESIA

DE ALEJANDRO MEDINA BUSTINZA



POR: HERNÁN HURTADO TRUJILLO

Poeta Peruano





En el mundo actual existe la creencia que el fenómeno de la globalización nos exige y obliga a ponernos al día con el desarrollo de la ciencia y la tecnología; por el contrario quedaremos rezagados del proceso y de la modernidad, quedaremos en lo tradicional, en lo arcaico y primitivo; Mario vargas Llosa en su libro “Utopía Arcaica” considera al mundo andino, al indio, como antimoderno, arcaico, pasadista, utópico antiliberal, basado en su visión positivista y lineal del progreso humano, teniendo como punto culminante y referencial la sociedad capitalista occidental, que representa “la democracia y la libertad”.



Con esta concepción neoliberal, los valores usos y costumbres de la cultura andina, como la colectividad y la solidaridad, están fuera del contexto de una supuesta civilización.



Según Mario Vargas Llosa, Arguedas trata de recuperar el mundo del pasado, un anhelo de reinvindicacion campesina, un proyecto utópico que consistiría en restablecer un Perú arcaico, de tipo colectivista, tradicional, rural, mágico, religioso, la utopía arcaica estaría hecha de creencias como el andinismo, como una fantasía histórica según la cual el pueblo creó en los andes una civilización moralmente superior a la occidental y que sobrevive en los indios de hoy, de acuerdo a Mario Vargas Llosa, la obra de Arguedas seria una tendencia reaccionaria dentro de la corriente indigenista, en la literatura. En algunos momentos; tendría hasta un sesgo racista (racismo al revés).



En la obra “El zorro de arriba y el zorro de abajo”, Arguedas nos expone un país moderno con la intromisión de los países extranjeros, y revela un Perú multicultural y multirracial, Arguedas al aceptar el mestizaje cultural y al afirmar “que no soy un aculturado” no rechaza la cultura occidental, por ello esta lejos de una utopía de corte reaccionaria y retrógrada como falsa y sesgadamente afirma Mario Vargas Llosa ¿Podrá la globalización (nombre artístico del imperialismo actual) matar, eliminar, las culturas nacionales y locales?. ¿La globalización habrá matado lo andino y la visión de Arguedas como dice Mario Vargas Llosa y los neoliberales? La respuesta contundente es un NO categórico, una muestra de lo andino y lo mágico, es la literatura andina es la poesía representada en nuestro medio por Alejandro Medina Bustinza en su mas autentica expresión. La obra creadora del poeta Alejandro Medina Bustinza, parte del mundo andino, de su vivencia histórica social y cultural, la sangre que fluye en su palabra es el devenir de la historia y de la vida; El poeta asimila una concepción dialéctica pero, como en el caso de Arguedas, ésta, no mata ni quita lo mágico ni lo maravilloso de la cosmovisión andina como afirma Luis Rojas en el prólogo de su libro “Conversaciones desde Tiaparo”, Alejandro tiene una “cosmovisión animista y materialista”.



La obra poética “Ojos Tocuyo” y el anterior “Apurunco” nos muestra el conflicto de la cultura andina con la agresión más nefasta de la globalización, que pretende homogenizar la cultura occidental dominante y desaparecer las particularidades de las culturas propias, frente a la cual el poeta expresa su palabra: “cuando sino ahora / pretenden también convertirnos / en allkus y mansos bueyes/ sin lengua ni verbo / sin cerebro y estólidos / sin apus / ni pichiuchas...”



Los versos de Alejandro Medina Bustinza asaltan la atención con un lenguaje de exuberantes imágenes, como cuando en primavera, las hierbas y las flores campestres asaltan las praderas, sus versos por lo general son de arte menor que se encabalgan rítmicamente como un rió de imágenes sorprendentes, auténticas y originales como: “Plumaje de vicuñas”, “Relámpago de trinos” y otras imágenes prístinos como: “Rocíos colgados de la luna” o “Las hierbas frescas del alba”.



Su poesía no nos habla de la naturaleza y la cultura andina, es la naturaleza y lo andino que nos habla a través de sus versos, por que ellos se integran, la naturaleza se humaniza y el hombre se naturaliza como parte de ella, al captar estos aspectos esenciales de los fenómenos, sus poemas alcanzan un mensaje trascendente e imperecedero como en toda obra literaria de gran valía. El poemario: “Ojos Tocuyo” en general tiene una matiz intimista y romántico que se sintetiza en la carátula realizada por el artista plástico César Aguilar Peña, pero no es un romanticismo occidental al estilo de Shakespeare o una poesía pura de Bécquer, sino es el amor vivido y palpado desde una cosmovisión andina, un amor que tiene un sabor a suncho y acelga, a minka, huaraca y fuego. De las tres secciones que conforman el poemario: “Ojos Tocuyo”, “Cheqollo”, “Aroma verde retamal” / en los catorce poemas que forma la primera sección y las otras que se integran, como temática central el poemario expresa, la ausencia de la amada, la espera, la distancia y partida del amor.

En el poema titulado: “Aroma de maíz” nos dice:



Y nuestra chuklla solitaria

Está tosiendo tu ausencia.



Estos versos describen la soledad de la chuklla sin vecinos, él frió, la falta de calor familiar o de pareja, hay soledad en el entorno externo y el mundo interno del poeta, la orfandad del hombre abandonado en el cosmos al estilo vallejiano, donde toda la noche de espera cae sobre sus vértebras dolidas, que se pueden leer en otro poema titulado “Azucena”:



Distante tú

las noches frías

entre lazadas al desvelo

festejarán sus largas esperas

sobre mis vértebras

entristecidas.



El poema “Ojos Tocuyo”, nombre del poemario, expresa el amor que se va, que sin embargo nunca se va, es el amor distante como hierba arraigada a la tierra en el poeta, es la ingratitud del amor pasajero que se va, pero siempre vuelve más intenso e inesperado:



A veces cuando todo ya parece olvidado

¡ay ingrata... vuelves violenta!

tu risa de viento, tus marejadas

y otra vez estás en mi música eterna

¿será que jamás te has ido de mí?.



Varios títulos del poemario tienen este contenido; entre ellos tenemos: Otra vez... vida mía, Amanecí sin ti, Lejanía III, en su anterior poemario titulado “Apurunco” esta el poema Lejanía II y probablemente en el poemario: “El despertar de los míos” se encuentra Lejanía I. En Lejanía II nos dice:



Hasta cuándo

en penumbras

viviré cautivo

tras las rejas

de tu recuerdo.



La ausencia y el recuerdo de la amada es una cárcel que aprisiona al poeta, del que no puede salir, esta carencia y el vacío de la amada altera la marcha armoniosa y normal del mundo natural y social, cuando nos dice:



Desde que ya no estas con migo

el rió

ha olvidado sus cauces

ya no festejan mayos

los graneros en los trigales

hasta los pichiuchas

han callado sus charangos

en mis tejados.



En el poema: “Distancia” que también es sinónimo de “Lejanía” es la que más representa el tema que estamos abordando.

La ausencia de la amada enluta a la naturaleza total, hace florecer el dolor, sentir la orfandad del poeta, en el tormentoso transcurrir del tiempo, el tiempo pasa, pero el, dolor y la ausencia están presentes y se proyecta al futuro cuando expresa:



Mañana al anochecer

¡ay retama retamitay!

tú ya no estarás en la canción

y ya no habrá música para mí.



Los conceptos de tiempos se confunden, se desorganizan y transmutan:



“Ha caído siete veces

la distancia”



Las 7 veces de distancia, son los 7 días de la semana sumida en la soledad, hay una constante que no altera en el poeta, es el dolor que genera la distancia. Pero este dolor no es un simple estado de animo de pesimismo agónico, como Unamuno expresara: “En la agonía se expresa la lucha”, el poeta toma como pretexto el amor para volver a la tierra, como manifiesta Antonio Sarmiento al comentar su poemario, su poesía “Es el retorno al útero”.

El retorno a la vida, a la ternura y pureza a lo candoroso a lo no contaminado. La amada es solo un solo símbolo (sin negar que lo sea realmente, sí leemos “Amicha”, su poema más emblemático). La amada es un pretexto para expresar su ideología premunida de amor y fraternidad humana:













Y yo seré tu grano

tu rocío

tu relámpago...

y tu serás

tierra húmeda

naturaleza rebelde

mi humanidad

¡mi conspiración!



El poeta anhela la unidad, como ocurre entre el grano y la tierra húmeda para hacer germinar la vida, esa vida es una rebeldía y conspiración contra la muerte y el dolor que genera el sistema, solo la unidad con la amada puede salvar la distancia y el dolor. Allí el poeta afirma su integridad y unidad como podemos leer en el poema “Constelaciones”:



Amo tus ojos de tal manera

como amo a los míos

por que sólo

a través de los tuyos

y los míos

me reafirmo íntegro

en la música crisálida de las escarchas

en vez del ruido a magnesio de las bestias.



La soledad equivale a la muerte, al desencuentro entre los hombres y el poeta simboliza esa soledad, esa Lejanía de estar juntos con intereses distantes, con conciencia de mercado y competencia de aniquilamiento y aplastamiento de los más débiles propia de la sociedad capitalista moderna que se deshumaniza y corroe, esta sociedad de supuesta democracia y libertad que Vargas Llosa defiende.

Finalmente festejo y abrazo la poesía de Alejandro Medina Bustinza, esa verdadera poesía de la vertiente de Cesar Vallejo, Oquendo de Amad, Javier Heraud, Manuel Scorza, Dante Nava, Mario Florián, Efraín Miranda, Jorge Flores Ayvar, Omar Aramayo y muchos otros que atestiguan que la poesía andina esta cada vez más vigente y será lozana en el futuro... como es la poesía de Alejandro Medina Bustinza.



DISCURSO PRONUNCIADO EN LA PRESENTACION DEL LIBRO “OJOS TOCUYO”,

EN ABANCAY - APURIMAC

(26.11.04), POR EL POETA HERNAN HURTADO

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