domingo, 27 de diciembre de 2009

GEORGETTE VALLEJO ; ALLA ELLOS, ALLA ELLOS, ALLA ELLOS

Con motivo a celebrarse, el 07 de enero del 2010 el ciento dos aniversario s del nacimiento del Georggette Vallejo, publicaremos por entregas la obra de Georgette Vallejo; Allá ellos, allá ellos, allá ellos. Este libro es un libro de combate de lucha, de debate.


Un abrazo

Blog Geogette Vallejo
26/12/09



Aunque no sea de importancia y consecuencias mayúsculas, siento la perdida de un recorte periodístico, fragmento de un articulo publicado por un amigo de la familia de Vallejo, que establecía los datos biográficos de “los DOCE hermanos Vallejo” y, asimismo, de los abuelos, padres y sobrinos.

Al imprimirse la “ Obra poética completa” por “Mosca azul” (actualmente : “ Moscazul”), entregué a señor Abelardo Oquendo, director de la misma, el citado recorte del cual se iba a reproducir la fotostática en los “ Apuntes...” publicado al final de dicha edición. Pero el señor Abelardo Oquendo no se percato del interés que representaba ese recorte, notorio sin embargo, y olvido sencillamente u omitió deliberadamente, de hacerlo reproducir...

En cuanto a la sorprendente misma omisión, repetida en la edición presente... a ésa se sustituyo la destrucción total del fragmento biográfico por caerse en la tina de los ácidos.

No comentaré lamentable hecho, ni las inútiles explicaciones y disculpas no menos inútiles del señor Glicerio Pérez, fotograbador.

Pienso que tan deplorables riesgos no se producen ni pueden producirse si se observa reglas y formas de trabajo debidamente ordenadas, estudiadas y seriamente aplicadas.

Por ultimo, quizás ese fragmento biográfico hubiera ayudado a enseñar a los pretendidos biógrafos de Vallejo a no contradecir y desmentir al propio Vallejo.

g.v.






Duodécimo y ultimo hijo de la familia, César Abraham Vallejo nace en marzo en 1892 en Santiago de Chuco ( 3,115 metros de altitud), gran aldea más bien que pequeña ciudad del departamento de La Libertad, en la cordillera peruana.*


1910

Alumno notable, será muy brillante estudiante.
Se va a Trujillo ( cuatro días de viaje a Caballo) y se inscribe en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad de La Libertad.

1911

La intención de hacerse medico lo conduce a la capital. Pronto renuncia a la carrera y deja Lima. Lo encontramos de preceptor de los hijos de un hacendado del departamento de Huánuco.

1912

Entra como ayudante de cajero en la Hacienda “ Roma” (producción azucarera), de la que saldrá profundamente marcado. Y es que si joven Vallejo está favorecido por un trato reservado a los empleados superiores y un sueldo satisfactorio, no puede, sin embargo, no ver y no oír , cuando apenas aún apunta el alba, llegar los peones (cerca de 4000) al inmenso patio; ponerse en fila a medida que se les llama, y a partir para los campos de caña en la que se extenuarán hasta el sol poniente, con un puñado de arroz por todo alimento. Tampoco puede no saber todas estas pobres criaturas han sido salvajemente capturadas por siniestros “enganchadores”, y cobardemente retenidas por vida con el alcohol que, dominicalmente y deliberada intención, se les vende a crédito. Irrediablente endeudados, haciendose insolventes en pocas semanas- cubriendo rápidamente su deuda, un numero de años superior al que van a vivir- habrán los peones de garantizarla con esto que sólo les queda: sus hijos, nacidos o por nacer.
Se comprende que el recuerdo de la hacienda “Roma” haya sido durable en un ser como Vallejo a quién alteraba la injusticia social.

1913 –1914

Ha renunciado a su empleo y retorna de nuevo a Trujillo. Con parte de los ahorros que trae, se inscribe por segunda vez en la Facultad y Letras. Consigue además un empleo de preceptor en el “Centro Escolar de Varones”. Aquel año publica sus primeros versos, de carácter didáctico, en el Boletín Cultural Infantil de ese Centro.

1915

Tercer año de Letras y simultáneamente el primero de Derecho. Deja su puesto en el Centro Escolar de Varones para trabajar en el Colegio Nacional de San Juan.

En el mes de agosto muere su hermano Miguel compañero de juegos ( A mi hermano Miguel, LOS HERALDOS NEGROS)

El primer éxito que obtiene Cesar Vallejo con su tesis EL ROMANTICISMO EN LA POESIA CASTELLANA es completo.

Muy rápidamente es adoptado por los intelectuales y artistas quienes, muy activos y numerosos, forman un grupo inquieto, turbulento y audaz, cuya bohemia no es en Vallejo sino un hábito. Antenor Orrego, director de “La Reforma” y Eulogio Garrido director de “La Industria” encabezan el grupo, y de él forma parte también Victor Raúl Haya de la Torre, futuro fundador y jefe del partido político A.P.R.A

Vallejo se impone pronto por el dinamismo y los rasgos humorísticos de sus fuerte personalidad de poeta y de autor que van a revelar dentro de poco tiempo sus primeras publicaciones en prosa.

1916

Segundo año de Derecho, colaboraciones en “ La Reforma” y “ La Industria”
Vallejo entra en relación sentimental con Maria Rosa Sandoval; Joven atrayente, fina, culta, percibe la intensidad angustiada de sus poemas. Apenas principiado 1918, morirá María Rosa Sandoval, a la edad de 24 años, dejando “Diario y recuerdos” escrito en francés.
“ Aldeana” aparece en Balnearios, revista de Lima, y, en octubre, el poeta Parra del Riego elogia a Vallejo en un artículo sobre el ambiente literario de Trujillo.

1917

Vallejo , que se ha aventurado a mandar un poema a la revista limeña “Variedades”, recibe la siguente contestación, de la que reproducimos unos párrafos.
“ ...Nos remite usted un poema titulado. El poeta a sus amada, que en verdad le acredita a usted para el acordeón o la ocarina más que la poesía:

Amada: en esta noche tu te has sacrificado
Sobre los dos maderos curvados de mis besos
Amada: y tu me has dicho que Jesús ha llorado
Y que hay un viernes santo más dulce que mis besos.

¿ A que diablos llama usted los maderos curvados de sus besos? ¿Cómo hay que entender esos de crucifixión? .....
Hasta el momento de largar a la canasta su mamarracho, no tenemos de usted otra idea sino la de deshonra de la colectividad trujillana, y de que si descubriera su nombre, el vecindario le echaría la lazo y lo amarraría en calidad de durmiente en la línea del ferrocarril...”

La nota no esta firmada, traía una ilustración de las mas realistas. Por su parte ”La Industria” había publicado el mas hilarante artículo, titulado; “ La Justicia de Jehová”

“ Ese hombre( Vallejo), señor, entona a la verde alfalfa, tal vez el instinto arranque de regresivo apetito familia....asegura con la mayor frescura que “las carretas van arrastrando una emoción de ayuno encadenado”
Quiere también ser panadero y llevar en su corazón un horno....Quiere vivir tocando todas las puertas, y dice que sus huesos son ajenos y que él es un ladrón....”
Firmado : J.V.P ( Julio Victor Pacheco)

Amabilidades que Vallejo, divertido, acoge como elogios.
Vallejo conoce a una joven, a la que llama “Mirto” Pero el corto idilio se rompe bruscamente a consecuencia de un incidente en el que Vallejo trata de hacer uso de un revolver cargado con una sola bala- como se verá luego- el que , por sorpredentemente circunstancia, se encasquilló en aquel preciso momento.

En los últimos dias de diciembre, Vallejo se embarca para Lima, dejando en trujillo un vacio y un recuerdo profundo, mezclando con un sentimiento de frustración. Un cuaderno de poemas constituye todo su equipaje.

1918
Llegada gris y solitaria a Lima. En febrero escribirá :
“…Pensaba partir de aquí y aborrecí esta vida, y sentí como un deseo de desarraigarm, de no estar, de no rozarme con nada, de escurrirme, de espiritualizarme totalmente acaso…”
Rehusando toda idea de economiza, los pocos recursos traídos de Trujillo rápidamente se van agotando. No obstante, un tanto conocido ya – en enero ha tenido una entrevista con Abraham Valdelomar: en febrero, con José María Eguren y, en marzo, con Gonzales Prada- entra en contacto con las pocas revistas ( entre estas “Nuestra Epoca” que dirige José Carlos Mariátegui) y diarios que hay por entonces en Lima, en los que logra publicar algunos poemas y artículos. Por suerte, trabaja además, de preceptor de enseñanza primaria en el colegio Barros, establecimiento privado.
Julio: muerte de Gonzales Prada, a quién Vallejo ha visitado varias veces, y fue el hombre que, en el Perú, más le impresionó , guardándole recuerdo y admiración imborrable a todo lo largo de su vida, y no es obra menor de Gonzáles Prada haber tenido y dejado un discípulo como Vallejo.
Agosto: en Santiago de Chuco muere su madre, de 68 años de edad, sin poder Vallejo atenderla en sus últimas horas. Poemas no a “su” madre, sino a “la” madre, una, universal.
Aunque impreso ya su primer libro de versos queda estancado largos meses en la imprenta en espera del prólogo que le ha ofrecido el poeta Abraham Valdelomar, por entonces muy en boga, quien ha elogiado en un reportaje concedido a la “Reforma” de Trujillo al gran poeta Cesar Vallejo, poeta de la ternura, para su bello y raro libro de versos”.
Es sin embargo sin prólogo que aparece finalmente Los heraldos negros, no en 1918 como lo indica el mismo libro sino en Julio de 1919, a consecuencias del prologo vanamente esperado.
Contrariamente a lo que se ha publicado demasiado a menudo.
“ …lo mas importantes diarios de Lima, y algunos de provincias por lo menos, comentaron en forma comprensiva estimulantes y aun entusiasta, por órganos de prestigiosos escritores( sic.), el libro primogénito del poeta. Se ofrecian testimonios probatorios de esta afirmación”
Según expresa Alcides Spelucin, amigo trujillano de Vallejo.
Por otra parte, entre estos diarios de provincias figuran “La reforma” y “la Industria “ en que los que aparecieron las vibrantes criticas de Antenor Orrego, el amigo mas nombrado por Vallejo, con el de Eulogio Garrido.

Pese a su luto, Vallejo conoce a “Otilia” y se prenda de ella.
En septiembre, muere el fundador y director del Colegio Barrós.
Los miembros docentes del establecimiento ( emparentado uno de ellos con Otilia) solicitan y logran obtener licencia para asegurar su funcionamiento, bajo la dirección de Cesar Vallejo, quién muy cortés, ha redactado la petición , pero no posee la más mínima virtud en materia de cuentas y dirección económica. En poco tiempo, la situación colectiva- en la que se encuentran mezclados: dinero para repartir, funciones respectivas, intimidades de orden privadísimo, violencias y reproches recíprocos pues Vallejo se niega al matrimonio – se complica y va agravándose hasta quedar desmembrada la empresa. Otilia abandona la ciudad* Vallejo se ve obligado a desocupar el alojamiento que su función de director le otorga en el colegio, Es además el tiempo de las vacaciones, circunstancia en la que no ha pensado Vallejo que se encuentra sin empleo, sin techo, y completamente desprovisto de dinero. Depresión y angustia bien naturales**. Un amigo, León Guzmán, fraternalmente lo acoge en su casa.

1919-1920
El 15 de septiembre consigue un puesto en el Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe, donde enseña hasta marzo de 1923.
“ El 3 de noviembre – nos refiere Juan Espejo- en el atardecer aparecio en mi casa César, en un estado de agitación y de angustía, repitiendo en forma insistente esta frase : ¡Abraham Valdelomar ha muerto! ….¡Abraham Valdelomar ha muerto!...así dice la pizarra de “La Prensa” . Su estado emocional era intenso y sólo comparables alos momentos que siguieron al recibir la noticia del fallecimiento de su madre, pero mientras ésta le llevó a un estado de llanto y de abandono, la noticia del fallecimiento del Valdelomar, que él tanto estimaba, le produjo un estado de agitación dolorosa, Un tanto calmado, se sentó en la mesa del comedor y escribió : “Abraham Valdelomar ha muerto….”.

Vallejo resuelve irse a Europa, pero no sin volver a ver a los suyos y la tumba de su madre. Parte para Santiago de Chuco. Llega sólo para verse mezclado en un sangriento conflicto que generado en incendio. En un arrojo muy propio de él, se dirige como conciliador a los lugares del drama: su sola presencia le denuncia al juicio de las autoridades, parciales e incompetentes. Acusado como incendiario con diecinueve más, es buscado y finalmente detenido el 6 de noviembre de 1920 en la pequeña casa de campo de Antenor Orrego. Pese a las numerosas campañas en contra de la detención de Vallejo organizadas en Lima y en varias ciudades del país por escritores, artistas, intelectuales, estudiantes y amigos, no será liberado sino el 26 de febrero del año siguiente: 112 días de cárcel.
“Aquella noche ( la de su liberación) –nos informa Juan Espejo – no hubo en sus labias un solo reproche ni una queja ni una frase que delatara odiosidad contra sus detractores….”
Aún se insiste y se publica que su cárcel le afectó a Vallejo y hasta le “destrozo” a todo lo largo de su vida y obra. No. Una vez en París, y a respetable distancia de aquellos jueces que Vallejo ya no reconoce, ni la toma en cuenta. Pero, por inquietarle posibles consecuencias para su familia, sigue Vallejo escribiendo a su abogado, con firme interés pero con fingido respeto por el asunto. Vallejo recién liberado de una clamorosa injusticia, recién también acaba de aprender y comprender que “ Todos somos cómplices” No se siente irremisiblemente perseguido, sabe que su caso no es ni aislado, ni personal.

En el poema “ el momento mas grave de la vida, leemos, entre los demás versos, los siguientes:
“ Y otro dijo:
- El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una cárcel del Perú.
Y el último hombre dijo:
- El momento más grave de mi vida no ha llegado todavía “
Este último hombre es Vallejo.

La Munipalidad de Trujillo ha convocado a un concurso con ocasión de la Proclamación de la Independencia Nacional. En diciembre Vallejo, que no ha cesado de leer y escribir en sus celda, se lleva el segundo premio: 500 soles, ( el primero ha sido declarado desierto)


1921
En noviembre, se lee en la revista madrileña “Cosmopolita” citado por primera vez en Europa, por Alberto Guillén, el nombre de Cesar Vallejo.
En el curso del mismo mes. “Entre Nous” organiza un concurso de cuentos. Vallejo que ha presentado “Mas alla de la vida y de la muerte” gana el primer premio. El cuento será publicado en Junio de 1922 por “Variedades”, con tres ilustraciones y un retrato del autor, publicación que reviste las características de una verdadera rehabilitación.


1922

El premio ganado permite a Vallejo editar su segundo libro de versos muchos de los cuales han sido escritos en la carcel de Trujillo. TRILCE aparece en el momento mismo en que Chocano culmina-según sus propios términos- como el “ Walt Whitman del Sur”. Un solo testimonio a favor : el del autor del prólogo: el entrañable y visionario Antenor Orrego .

Pero, por otra parte, se puede leer:
“ Contrariamente a lo que alguien habría expresado, “ Trilce” fue recibido con desconcierto por unos y con una hostilidad cerril por otros- escribe L.A. Sánchez, en Mundial. Y he aquí, ahora, a un poeta brujo. A un poeta, con cuyo libro lucho en vano, cada línea me desconcierta más, cada página aumentó mi asombro. Por qué ha escrito “Trilce” Vallejo?

Y en otro de sus párrafos:
“...después de haber gustado el sabor de la prisión, por obra de una calumnia infame, después de haberse emborrachado de exotismo, de amargura y de vino, César Vallejo ha lanzado un libro incompresible, y estrambótico: “Trilce”.
Y vuelve a preguntarse,
“ Porque qué habrá escrito “Trilce” Vallejo?”
Años mas tarde, el mismo Vallejo dira imperturbable : "Trilce cayo en el mas completo vacio ....














Pero, por otra parte se puede leer:

“ contrariamente a lo que alguien habría expresado “Trilce” fue recibido con desconcierto por unos y con una hostilidad cerrill por otros- escribe L.A. Sánchez, en Mundial. Y he aquí, ahora, a un poeta brujo. A un poeta, cuyo libro lucho en vano, cada linea me desconcierta más, cada página aumento mi asombro. Por qué ha escrito “Trilce” Vallejo?

Y en otro de sus párrafos:
“ ....después de haber gustado el sabor de la prisión, por obra de una calumnia infame, después de haberse emborrachado de exotismo, de amargura y de vino, Cesar Vallejo ha lanzado un libro incomprensible y estrambótico: “ Trilce”.

Y vuelve a preguntarse,
“ Por qué habrá escrito “Trilce” Vallejo”

Años más tarde, el mismo Vallejo dirá imperturbable : “Trilce cayó en el mas completo vació”. “Pero .....querrán interrogar. (sic) El ya comprende y contesta: “Ello no me ha sorprendido ni afectado” Sorprendentes, casi anormales, eran su apacible abstracción, su total ausencia de rencor. Y es que Vallejo, al dedicar su libro, ya había expresado: “ Me siento superior a mi libro”

40 años después se renovarán publicaciones no menos cómicas, como las, por ejemplo, del Aula Córdova, y no sabemos si es simplemente divertido o verdaderamente necesario recordar aquí los siguientes comentarios ( ciertos fragmentos los subrayamos intencionalmente) del libro ya mencionado “ Valoración de Vallejo” – sin que sepamos si debemos entender “Valoración” o “ Desvaloración “:

“ Poemas Humanos no fueron seleccionados ni publicados por su autor”

Vallejo no ha dejado ni una sola obra ( verso o prosa) que no estuviera prácticamente terminada e, inclusive, repetidamente revisada-aunque de seguir viviendo, Vallejo posiblemente las hubiera revisado nuevamente, ampliado o reducido o hasta transformado.
Lo único que quedó en apuntes, es el libro que proyectaba sobre la guerra civil de España, y “ Charlot contra Chaplin” obra ésta meditada, a la fecha de su muerte, desde hacía más de dos años.

“ Los poemas fueron inscritos entre el 3 de septiembre y el 8 de diciembre de 1937: los no fechados deben ser de la misma época”
Hubiéramos pensado – a riesgo de repetirnos- que lo más lógico y de más sentido crítico era suponer que los poemas no fechados justamente habían sido más bien escritos en años anteriores y no en los 3 meses consabidos. Aclararemos, de una vez por todas, que el último poema de Vallejo es del 21 de noviembre del 1937.




“ Sólo podemos responsabilizar a un autor de la obra publicada por él o por su voluntad expresa. No todo lo que escribe un poeta puede ser dado a conocer... Estas páginas nos muestran un Vallejo tan al desnudo que no sabemos si hubiera sido de su agrado verse así exhibido en público”.

Vallejo- como todo autor- deseaba publicar en todo momento y en particular desde 1929. Por ende, es obvio decir que, en 1938, Vallejo deseaba “expresamente” publicar cualquiera de sus obras inéditas y, especialmente, sus poemas. Todo lo que Vallejo ha escrito era, en su concepto y propósito, para ser “dado a conocer”. Lo que Vallejo pensó que no podía ser dado a conocer, no lo escribió. En Vallejo, no hay un Vallejo desnudable y un Vallejo no desnudable. Vallejo es su obra y su obra es él. Lo que no hubiera sido “del agrado del autor Vallejo” no es verse “ así exhibido tan al desnudo en publico” sino ¡verse exhibido en un desnudo que no fue jamás el suyo!

“ Los poemas fueron escritos durante tres meses y nos permiten seguir, día a día, el proceso espiritual que Vallejo sufre en este lapso.”

Puesto que “ Poemas en Prosa” y “ Poemas en Prosa” abarcan un lapso de unos 14 años ( con interrupción de cerca de 3 años: 1922/30/31), se entiende que el proceso espiritual de Vallejo hubo se extenderse durante este mismo lapso. Nos explicamos difícilmente salvo que Vallejo hubieses sido no se sabe qué veleta, qué proceso espiritual se puede seguir, día a día, en un tiempo relámpago de ¡3 meses! Implicándose además que Vallejo, vacío entonces de toda evolución de 1923/24 a septiembre de 1937, hubiera permanecido exento de todo proceso espiritual durante 14 años.

“ Después de un abandono de 15 años...Quince años más tarde, incitado por la guerra de España, vuelve a la poesía activamente.... la fecha de los poemas indica que en sus mayoría son el producto de un momento de inspiración. Vallejo los dejó así , tales como nacieron. La desesperación y el presentimiento de la muerte cercana infunden al poeta una urgencia que le impide volver sobre lo andado. No tiene tiempo para poetizar pulidamente”.

Notemos que “ es incitado por la guerra de España que Vallejo vuelva a la poesía y
¡activamente! Agreguemos que este pretendido despertar tiene lugar más de un año después de un año después de producirse dicha guerra civil.
Según el autor de estos comentarios los poemas de Vallejo no son “ pulidos”. No es, en todo caso, el presentimiento de su muerte inminente o cercana que impide a Vallejo “poetizar pulidamente” ( ver al respecto pág. 116).
Por otra parte, nos resistimos el deseo de reproducir estos siguientes párrafos aunque fuera de tema:

“ Pero en el caso de Vallejo, el entusiasmos y la inspiración no vienen juntos, tomados, tomados de la mano; por esto “España, aparta de mi este cáliz no supera a la circunstancia que lo genero; no pasa de ser un libro de ocasión... y la ocasión suele ser el peor enemigo del poeta, cuando éste, con impaciencia, se precipita sobre el papel, violentando a sus musa...Pero creyéndose inspirado, abandona el control del momento poético, de los recursos que suscitan a esa rara flor, a la vez poderosa y frágil, que es la poesía... Se nota el esfuerzo desmesurado por sacudir al lector. Creo que “ España, aparta de mi este cáliz” es el libro menor de Vallejo. Considerándolo literariamente, apenas podemos paragonarlos con las poesías de Miguel Hernández, de Antonio Machado o de Pablo Neruda.

Vallejo, refiriéndose objetivamente a la obra de arte ante los hechos, expresaba humildemente. “ Todo es pálido al lado de la realidad”. Si en la presencia circunstancia consideramos que se trata nada menos que de la tragedia española, convendría que el autor de “Valoración de Vallejo” se preguntara al menos quién, ante tal circunstancia, y por genial que fuera, hubiera podido superarla, y hasta se preguntara ante todo si es superable semejante circunstancia.

No comentaremos más el “ producto” de tan “activa” , “pulida” y “poetizada” “inspiración” que le habrá sido sugerido al profesor “Yurkievitch por la misma “musa” de Alfred de Musset.

En relación con lo expuesto, citamos esta referencia a un estudio de Giovanni Meo Zilio: “ Stile e Poesía in Cesare Vallejo”, Padua 1965, de la Revista Nacional de Cultura, de Caracas, Nº 172:
a) “ ...penetrando en profundidad un punto cualquiera de su obra, se pueden encontrar las “constantes” estilísticas de toda la producción literaria del autor. Escoge Meo Zilio el “Himno a los voluntarios de la República” por considerarlos el más significativo de los cantos que componen el último libro de Vallejo: “ España, aparta de mí este cáliz” ya que la postrera producción del poeta- insiste- representa su madurez espiritual y, al mismo tiempo, resume a grandes rasgos toda la obra anterior”.
Y este fragmento de un artículo publicado en el A.B.C de Madrid, del 10 de junio de 1967:
b) “...La estatura del poeta Vallejo crece por dias a los ojos del mundo . Si hoy se realizará una encuesta, sea en América sea en España, para saber a quién se tiene allá y acá por el poeta más representativo, puede que apareciese algún sufragio para Dario, para Lugenes, para López Velarde, para Barba Jacob, para Borges, para Huidobro, para Neruda, y puede hasta para Chocano, Pero en consesus general, aplastante, proveniente de todas las zonas de la sensibilidad y de la composición social, recaería en diputar a Cesar Vallejo...”
Una entrevista con Dario Puccini, mucho más reciente:
c) “...Vallejo demuestra de que Antonio Gramsci tuvo razón cuando dijo de que la poesía; sólo la vida crea poesía. Vallejo vivió. Es decir fue un hombre hundido en la vida humana de su tiempo. Su vitalidad le permite estar hoy a la vanguardia de la lírica contemporánea. Su vitalismo unido a su ideología social nueva, explican su vigencia. Vallejo fue un adelantado no sólo a un tiempo castellano, sino a un tiempo mundial”.
d) El criterio, que está extendiéndose, de Cohem: “ ...es, Vallejo, posiblemente el poeta del siglo”.


1923

Aparición de ESCALAS MELOGRAFIADAS y de FABLA SALVAJE. En Junio, Vallejo, que proyecta su evasión desde 1920 y, más particularmente, desde la edición de TRILCE, se embarca para Europa. Una moneda de 500 soles- un aguila de oro- prendida en una esquina de su pañuelo. Va con él Julio Galvez, sobrino de Antenor Orrego.

Ignorando el idioma sin recursos de ninguna suerte, sin relaciones, sin perspectivas próximas o lejanas, Vallejo llega en julio a París un viernes 13.

Durante dos años, vivirá días extremadamente duros, hasta escapando de la muerte a consecuencia de una hemorragia consecutiva a una intervención quirúrgica:
“ Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado...”
Se lee: la miseria de Vallejo! El hambre de Vallejo! La única camisa de Vallejo que lavaba y planchaba de noche su abnegada esposa: Sus pobres manos!- sin mencionar más. Todo esto es literatura muy gastada y aún así la falsa. Ante la falta de dinero, Vallejo sufre por supuesto, pero no cede

¡ Qué iba a naufragar por tan miserable extremidad! El sufrimiento de Vallejo es ante todo, el de sus semejantes, sintiéndose impotente ante la sensiblería hipócrita, la flacida compasión cristiana, propias del burgués de toda escala. Al recordar “aquel hospital” no recuerda lo suyo. Recuerda una sala de espera...Los enfermos están esperando al interno del servicio...Traen en camilla a un hombre cubierto de sangre.
¿Hemorragia interna?...¿ Accidente de trabajo?...Se espera al interno...los minutos pasan...En esto, brucamente el hombre arroja por la boca una gruesa cantidad de sangre. El interno no asoma...Como los demás, el hombre espera ... aparentemente con calma...El interno no llega...Y, otra vez el hombre arroja sangre y sangre hasta que, enderezándose como puede, los ojos locos, busca recuperar su sangre lamiendo sus manos, sus brazos, la sábana y, en un paroxismo de desesperación se esfuerza violentamente por recogerla hasta el mismo suelo....De aquel hospital en el que también ha sufrido, guarda Vallejo el recuerdo de este hombre, de esa concreción sublevante de la injusticia social.

1924
En marzo, sobreviene en Santiago de Chuco, la muerte de su padre, a los 84 años de edad.
Apenas menos angustiosos seran los rigores que sufren Vallejo y Galvez cuando el escultor Max Jiménez, de Costa Rica, les deja su taller de la calle Vercingetorix...
A fines de setiembre conoce, entre otros, a Vicente Huidobro y a Juan Larrea
Vallejo que ha emprendido la traducción al español de una obra del General Magin, la termina en diciembre. El dinero recibido no sirve más que para pagar deudas.

1925
A principios de 1925, Vallejo tiene la oportunidad de conocer a Maurice de Waleffe, Presidente de “ La Prensa Latina”, hombre de gran afabilidad, quién le facilita la obtención de la carta de periodista que le permite extender sus relaciones.
Entra en contacto y posa para el escultor José de Creeft, que expone tres perfiles de su modelo, “clou” del Salón del año.

Conoce a Juan Gris, estableciéndose entre ambos una grata amistad que tajará, en 1927, la muerte prematura del pintor, a la edad de 40 años.

Mas tarde conoce al hijo del Jongkind, y a Waldo Franck y al azar de los años, de cerca o de paso, a Marcel Ayme, Lipchitz, Unamuno, A. Artaud, C. Cassou, J. Copau. J. Supervielle, Torres Bodet, J.L. Barrault, Ch. Dullin, R. Desnos, Moussinac, T. Tzara, B. Crémieux, R. Blech, C. Aveline, Ehrenbourg, V. Coutuerier, Portinari, Cernuda, Buñuel, Crevel, Crommelynck, entre otros, entrevistando además personalidades como Gosset, Maiakovski, Reinhardt, Meyerhold y varias más como lo indica su labor periodística.

En mayo se funda en París, en la Avenida de la Opera, “ los Grandes Periódicos Ibero- Americanos” gran empresa que dirige Alejandro Sux, en la que entra Vallejo como secretario.

Poco después, tiene lugar la Exposición de las Artes Decorativas. Es cuando Vallejo inicia para la revista limeña “Mundial” una serie de artículos y, al año siguiente, otra para
“Variedades”, también de Lima.

Con el objeto de estar alojado cerca de su empleo se muda al hotel Richelieu, sito en la calle Moliere, primera transversal de la Avenida de la Opera, y a una cuadra de la Comedia Francesa.

En octubre, Pablo Abril de Vivero le obtiene una beca en Madrid ( unas 300 posetas mensuales) y Vallejo viaja por primera vez a España.

1926

En el café de la Régence, frente a la Comedia Francesa, conoce a Henriette Maisse, quien viene a vivir con él, y de la que separará en oct. del 28, en víspera de su primer viaje a la Unión Soviética

En Julio, aparece el primer número de “Favorables” pequeña revista que emprende y financia Juan Larrea, y que se muere en su segundo número. Vallejo colabora en este (sic) empresa con más buena voluntad que real entusiasmo. Obvio, es agregar que más de 25 años después, y hasta hoy Juan Larrea se felicita de haber, una vez más ayudado a Vallejo, abriéndole las páginas de su mínima revista.

Por asegurada que esté su situación material- muy relativamente ya que son dos ahora – Vallejo experimenta un estado persistente de inestabilidad y de descontento de sí mismo cuya causa no reside en su temperamento , en extremo angustiado y apenas diferenciable en realidad del estado de crisis permanente a grado variable, sino en alguna laguna personal de orden moral.

Vallejo, quien como periodista tiene entrada a los teatros, con ciertos, exposiciones, y frecuenta por lo demás los cafés en boga, exclama en el primer semestre de 1927: “Tout ca n´est ni moi ni mi vie! ( Todo esto no es ni yo ni mi vida)

1927
Sería difícil admitir que, en aquella época, Vallejo, quién va a tener 35 años aún se busca y se busca para si solo. No.
En abril, renuncia a su empleo de secretario de “Los Grandes Periódicos Ibero – Americanos”
En setiembre, renuncia a su beca del gobierno español, escribiendo a Pablo Abril: “Tengo 34 años y me avergüenza vivir todavía becado”

Vallejo reflexiona, se interroga ¿ Hacía dónde va? ¿ Cuál es su contribución a la vida de los hombres? Inquietud indefinida y primeros síntomas de la profunda crisis que pronto le afectará gravemente ( 1927/28). Crisis moral y de conciencia indubitablemente, ya es a raíz de ella que Vallejo entrevé haber detectado la causa de su agudo malestar: el alejamiento y la ignorancia de los problemas que más atormentan a la humanidad avasallada y sufrida en la cual vive. No obstante, se resiste a ver en el marxismo la solución a tan numerosos males, secularmente pretendidos insolubles, e irremediables, aunque, por otra parte, sospecha y presiente que un sistema enteramente nuevo, y no por azar unánimemente rechazado por los explotadores y los prepotentes, ha de implicar necesariamente e ineluctablemente algún mejoramiento por primera vez real, palpable, fundamental para las masas trabajadoras y frustradas. Y Vallejo, empieza a estudiar la realidad social y el fenómeno marxista: asiste a charlas y reuniones en las que se exponen y discuten problemas socio-económicos, lee folletos y libros que tratan de la lucha de clases, de la organización socialista del trabajo, se interesa en los autores y en los filmes soviéticos, y asiste, entre otros, a la presentación de “El acorazado Potemkin” que le revela una dimensión desconocida de este mundo.

1928

El año no se abre con gratas perspectivas. Con una lucidez conforme a su ética, Vallejo mismo ha destruido el mínimo de seguridad tan duramente conseguido. Apenas han transcurrido 22 meses de tregua....y, plenamente consciente, vuelve a entrar en la total incertidumbre material con lo que implica, y , esa vez, no por nueve años sino hasta su muerte:

El 18 de abril, escribe a Pablo Abril:

“ ...A medida que vivo y me enseña la vida...voy aclarándome muchas ideas y muchos sentimientos de las cosas y de los hombres de América. Me parece

que hay la necesidad de una sola gran cólera y de un terrible impulso destructor de todo lo que existe en esos lugares. Hay que destruir y destruirse así mismo. Eso no puede continuar; no debe continuar. Puesto que no hay hombres dirigentes con quienes contar, necesario es, por lo menos, unirse en un apretado haz de gente heridas e indignadas, y reventar, haciendo trizas todo cuanto nos rodea o está a nuestro alcance. Y, sobre todo, hay que destruirse a sí mismo ( que subraya Vallejo) y, después, lo demás. Sin el sacrificio previo de uno mismo, no hay salud posible”.

Como lo leemos, Vallejo no anduvo nunca lejos del marxismo(*)
Pronto muy seriamente enfermo, tiene que retirarse a los alrededores inmediatos a París ( Ris Orangis), a fines de junio, para poder restablecerse, físicamente, al menos.

Transcurre el verano. Más o menos está repuesto en víspera de otoño.
Ha recibido cincuenta libras, suma que otorga el Perú a todo peruano deseoso de regresar a su país. Provisto ya de un mínimo de conocimiento marxistas, Vallejo viaja de frente a la Unión Soviética ( octubre 1928), guardando la secreta esperanza de fijarse en Moscú
Es necesario, aclarar aquí, de paso, que Vallejo – contrariamente a ciertas aserciones – no tienen intención de volver al Perú; pero ya leninista, no vacila en pedir su pasaje de regreso, lo que no representa cincuenta libras que no recuerdan al tren blindado de Lenin.

(*)El 16 de noviembre del 1929, Antenor Orrego escribirá a Vallejo:
“ Yo contaba siempre que, tarde o temprano, tú tendrías que alistarte en las filas de los hombres que en este momento histórico trabajan por una transformación radical de la humanidad”



El 19 de octubre, día de su partida, escribe a Pablo Abril;

“ ... Me doy cuenta de que mi rol en la vida no es éste ni aquél y que aún no he hallado mi camino...Quizá en Rusia lo halle ya que en este otro lado del mundo donde vivo, las cosas se mueven por resortes más o menos semejantes a las enmohecidas tuercas de América” ....( subrayado mío)

Y el 29, de Moscú mismo:
“ No creo que podré quedarme en Moscú. Lo del idioma es terrible. Volveré a París dentro de pocos días y de allí le escribiré”.

El 13 de noviembre está de vuelta en París.
Primero apuntes y observaciones:
No disimula el impacto que le ha causado la realidad bolchevique que – confiesa- de la que había dudado, digamos, por entero. Entre otros puntos por ejemplo, variablemente debatidos, Vallejo que jugaba que la belleza de la mujer de la sociedad burguesa es mucho mas nociva que constructiva, quedó muy impresionado por la mujer soviética “ toda dedicada al trabajo social, sin el menor índice de flirt, o intención sexual en la mirada”.

Aunque bastante fuera del tema: leo en el más apreciable de los trabajos sobre Vallejo las siguientes líneas que demuestran y confirman una vez más, cuan perniciosos son los datos incompletos, inexactos y hasta falsos de quienes afirman irresponsablemente:

“ ...No cabe duda, pues de las exigencias de la carne debieron ser preocupación constante, en la mente vallejiana. Corroboran el hecho los biógrafos, quienes nos aseguran que para Vallejo....etc “ ( que subrayo)
“ Las exigencias de la carne” ( a las que habrá de agregar las “exigencias de la bebida, las “exigencias” de la droga, y no sabemos cuántas otras “ exigencias” más)

Vallejo era de un ascetismo que envidiaría un monje. No lo iban a sospechar, obvio es decirlo, éstos que se titulan sus biógrafos ( a mil leguas a París o recién nacidos) , quienes le escarban hasta en “sus “ calzones y le descubren y miden en la medida y categorías de “sus” mentes y propias exigencias fálicas.

En el “motivo sexual” Vallejo-obra, las “exigencias de la carne” son sensiblemente ajenas, no pudiendo ésas asimilarse y menos unificarse con lo pasional, y así lo expresa claramente Vallejo, en ciertos poemas de Los Heraldos Negros.

En mis nueve años de unión con Vallejo, fiel por naturaleza en lo mas absoluto, pude convencerme, aunque sólo después de su muerte, que ninguna mujer había realmente en su destino, sino en proporción de su necesidad esencial para el desarrollo de su obra. Sólo existía “ la dominante” entre las característica de su ser, al concretarse su ideología. Marxista.
Regresado de la Unión Soviética, y de nuevo radicado en París, Vallejo , primero, va a poner orden de su vida y en sus originales, los que tiene reunidos bajo un titulo “Código Civil”.
Son unas 45 páginas muy aproximadamente, de diferentes formatos: algunas ya entonces en mal estado por el tiempo transcurrido.
Estas páginas, Vallejo las ha escrito entre julio de 1923, fecha de su llegada a París, y noviembre de 1928, sin descartar que haya podido iniciarlas ya en Lima, es decir, antes de embarcarse para Europa.

Al recordar que, a su arribo a Paris, Vallejo carece de absolutamente de todo, podríamos pensar que, en semejante circunstancias, y por optimista que fuera, él se haya visto en los imposibilidad material de escribir. Sin embargo, HACIA EL REINO DE LOS SCIRIS, fechado por el mismo : 1924-1928, nos indica que ni siquiera en 1924 Vallejo ha dejado de escribir.
El fólder, que lleva el único título de “Código Civil” encierra tres obras independientes ; dos en prosa, la primera HACIA EL REINO DE LOS SCIRIS ya mencionada, y la que Vallejo titulará CONTRA EL SECRETO PROFESIONAL. La tercera obra son catorce poemas en prosa que integrarán POEMAS EN PROSA..
( Catorce en la Edición Original, de París, Julio de 1939, por omisión inevitable de
“ En el momento en que el tensita....” que, a la publicación de los versos póstumos de Vallejo, no figuraba en el conjunto de los poemas en prosa dejados en prosa dejado por el autor).

Es sólo mas tarde que advertí en CONTRA EL SECRETO PROFESIONAL, una nota manuscrita indicando “pasado en verso” encontrado inclusive el manuscrito correspondiente,( reproducido en O.P.C 1968)
POEMAS EN PROSA, he tomado la libertad de agregar al publicar O.P.C tres poemas de la misma época y la misma etapa.
“ Me estoy riendo....” ( julio, 1926)
“ He aquí que hoy saludo.....” ( octubre 1926)
“ Lomo de las sagradas escrituras...” ( noviembre 1927)

“ Alturas y pelos “ versión ulterior de “ Actitud de excelencia” aunque publicado en 1927, ha sido colocado por Vallejo mismo en POEMAS HUMANOS.
En cuanto al título “Código Civil” es lógico, creo, suponer que Vallejo tuvo sus motivos para suprimirlo definitivamente (*)
(*)En algún comentario se lee :
“...Georgette incurre en una grave contradicción....sostiene:
“ En Madrid ( en 1931)
Vallejo tenía a mano Código civil...en otro, declara que los originales de Código civil “ hasta hoy existen”....” en su mismo estado de entonces” ( que subrayo)
“ Grave contradicción”
No existen los originales de: hacia el Reino de los Sciris?
No existen los originales de: Poemas en Prosa?
No existen los originales de : Contra el secreto profesional? ( y hasta reproducidos los originales de estas dos últimas obras en O.P.C)


De Fuerbacha a Marx








































Los tres párrafos de “Contra el secreto profesional” que Vallejo “ pasa en verso” y coloca en “poemas en Prosa” – lo que el Sr. Coiné se permite censurar, exclamando furibundo: “ Y por qué Vallejo pasa en verso lo que fue escrito en prosa?” ( ¡...?)



En cuanto al fólder, no sé en que momento Vallejo lo extravió voluntariamente o lo destruyó.
Hemos visto que Vallejo y Haya de la Torre estaban ligados por aquellos tiempos de Trujillo y en cierta medida por esa misma amistad, en el partido político que Haya ha fundado y dirige. A su regreso de la Unión Soviética, surge inevitablemente ante Vallejo el paralelo entre las dos realidades sociales, y es tan revelador e impresionante que Vallejo corta todo vínculo con el aprismo. El 28 de diciembre de 1928 hace pública su determinación: firma el DOCUMENTO redactado y publicado por varios peruanos más, entre esos Eudocio Rabines por entonces marxista, QUE REPUDIA TERMINANTEMENTE AL PARTIDO APRISTA POR LA NUEVA ORIENTACIÓN CONTRARREVOLUCIONARIA QUE LE INSUFLAN LAS NUEVAS TEORÍAS DE HAYA DE LA TORRE SU JEFE (*)

El mismo día queda constituida la célula marxista- leninista peruana de París, compuesta de seis miembros, entre ellos Vallejo.

Anteriormente, desde el 7 de octubre, JOSE CARLOS MARIATEGUI HA CONSTITUIDO EN EL PERU EL PARTIDO COMUNISTA PERUANO.

Al abrirse 1929, se inscribe, con HACIA EL REINO DE LOS SCIRIS, CONTRA EL SECRETO PROFESIONAL, POEMAS EN PROSA, quedando más o menos definitivos POEMAS EN PROSA. Pero, ante todo, medita su nueva orientación. Ha establecido una correspondencia con la V.O.S.K de Moscú. Fuente de documentación internacional. Mensual cuando no semanalmente, se dirige a la librería “L´Humantité “ del mismo nombre del diario marxista, y vuelve con un mes de lectura, mas exactamente de arduo estudio.
En julio, viaja a Bretaña...










(*) El 14 de octubre de 1929, José Carlos Mariategui escribe a Vallejo: “...Sé que Haya, en más de una carta, atribuye a rivalidades personales toda la desaprobación de su rumbo oportunista y caudillesco en que hemos coincidido los elementos más responsables y autorizados de nuestro movimiento. A un obrero, Manuel Zerpa, le escribio acusándonos de “divisionismo”. El obrero, con seguro instinto de clase...”



















FOTO

César Vallejo en Moscú en Octubre
De 1929 2do viaje












FOTO
Vallejo en Niza, en nov. De 1929
Itinerario de regreso de Moscú a
París, segundo viaje a la Unión
Soviética.












1938

Cuando en Junio de 1923, Vallejo se embarca para el viejo continente, le preguntan por cuánto tiempo se va. Vacilando por intuitivo acierto contesta:
- No sé .....por mucho tiempo....15 años por los menos.

Al salir del Perú, Vallejo no obedece a un rencor personal ni huye de algún peligro, aunque esto se haya afirmado sin fundamento. Es por vuelo natural que Vallejo se siente impulsado hacia otras fronteras. Si nace Vallejo en Santiago de Chuco, no se ha de olvidar que en sus venas corre la sangre de dos abuelos españoles y españoles fue fundado su pueblo natal. Un pintor peruano, Sabogal, me decía una vez: Vallejo, como Gracilazo, no es sólo peruano ni mucho menos. Voy a escribir algo aclarando esto”.

Al llegar a París, Vallejo no sufre del cambio ambiental y espiritual. Pronto no concibe otro lugar para vivir y trabajar teniendo Vallejo el derecho inajenable de vivir donde se desarrollará más su facultad creativa. Ineluctable era su arribo a Europa. Demasiado poderosas eran sus raíces ancestrales para que no crecieran sin límites apenas transplantada, haciéndose hasta imposible su retorno al Perú.


Al respecto, el director del Aula informa:
“ De cuando en cuando, Vallejo pensaba regresar al Perú, salvarse por la huida como en ocasiones previas, Pero se lo impedía algo....siempre algo lo mantenía a su columna.
( “columna” que nos recuerda : “ algo así como el alfiler que inmoviliza a la mariposa...” ).

“ Y cuando ya no quedaba impedimento real, se lo estorbaba la nimiedad de un sueño. Porque su mujer, quién contribuyó no poco en la modulación de su suerte, había tenido hacia 1929 un sueño en el que había visto a Vallejo, caído y ensangrentados en una revuelta callejera en Lima, agonizante. Fue este elemento irracional que a Vallejo, muy supersticioso, se le interpuso siempre que pretendió volver sus pasos al Perú.
Lo deplorable es que se conozca a Vallejo a través de descabellados informes de esta categoría e índole.
No sabemos a la salvación y huida de quién se refiere, agregando para colmo, “como en ocasiones previas”. La vida de Vallejo en sus aspectos capitales es ya suficientemente conocida para que sepamos al menos que jamás adoptó la “huida” como medio de salvación, no habiendo además tratado de salvarse
¿ Tales aserciones son siquiera coherentes cuando ya está enterado y advertido Vallejo, que en el Perú, lo espera “un suplemento de investigación “ en relación con los acontecimientos de Santiago de Chuco por los que él ha sufrido inicuamente 112 días de cárcel? Vallejo, por su misma inocencia, está tanto menos dispuesto a responder a este suplemento de información por cuanto el hombre nuevo que ya se ha perfilado en París se niega a comparecer ante tribunales y jueces que ya por entonces no reconoce.



Veamos la “nimiedad” del sueño que, en la mente del director del Aula, cobra sin embargo singulares proporciones. Y semejantes a este “sueño” sin importancia son los hechos y acontecimientos de la vida cotidiana de Vallejo....Por lo tanto , no merecen más que la borrosa memoria que de ellos guarda el Sr. Larrea.

En 1924/25 ( no en 1929) por circunstancias banales aquí sin importancia, una señora me dice la suerte. Relato estrictamente lo esencial, es decir sólo aquello que iba más tarde a relacionarse con Vallejo.
“ viene de lejos, - dice -, Ya ha cruzado los mares. Un hombre feo...pero un ser luminoso. Será usted siempre la primera en su mente”. ( Luego de un cierto silencio) . “ Veamos la segunda parte de su vida..”

En el acto he comprendido, pero fingiendo interpretarla mal, interrumpo:

“Cómo ¿ un divorcio?
“ No, - contesta ella- usted enviuda”

Ella vacila como quien sufre un ligero vértigo:
“ ...es decir....veo .....veo como una revolución...”

insisto:
“ ¿ Será aquí?
“Si...aquí – confirma-

Al salir, había olvidado una última pregunta:
“ ¿ Cuándo será”

Hasta que se cumpliera la predicción de esta señora, no me dejó tregua alguna, sino y sólo cuando, al ser expulsado de Francia, nos fuimos a España.

Ante todo, vemos una predicción no es un “sueño”. Luego en ningún momento veo a Vallejo caído, ensangrentado y agonizante, ni calle alguna de Lima, ciudad en la que aún no había pensado en mí vida. Además constatamos que, en está predicción, no es en Lima, sino precisamente en París que va a morir Vallejo.
No obstante, tanto por tratarse al fin y al cabo de una predicción ( la que racionalmente debía aportarse debía apartar por completo de mi) como por no influir en las encrucijadas de su destino, no expresaba a Vallejo la angustia de mi deseo, presentándolo sólo como una diversas perspectivas que él pudiera enfocar para su futuro.
Fue entonces que empecé a sospechar y comprender poco a poco que , en realidad y en definitiva, Vallejo rehuía su regreso al Perú.

Cuando el 11 de febrero del 1932, Vallejo sale de España y regresa a París, renaciendo mi temor y mi angustia, un día le digo: “ Diriase como si no quisieras volver al Perú. ¿ Por qué dime? Serio, lentamente contesta: “ sabes ...esa risita de Lima”. No dijo más, pero aunque no pudiera yo ni suponer lo que significa esa “risita de Lima” comprendí que aquella “risita” cuyo recuerdo remontaba a más de diez años atrás, sobreviviendo en él con todo su veneno, según veía constituía uno de los motivos esenciales de su oculta pero bien decidida resolución de no volver al Perú.(*)

De regreso en el Perú, no hubieran faltado motivos y hasta pretextos para enjaularlo de nuevo. ¿ Acaso se hubiera callado ante la revolución de Cuba? ¿ Ante la cárcel y la persecución de Hugo Blanco y de quienes lucharon por la misma causa? ¿ Hubiera callado ante los asesinatos de Javier Heraud, Lobaton, de la Puente Uceda, Guevara, cuyos nombres, algún día, no lo dudemos, habremos de levantar en alto, si sobrevive esta humanidad?
Que Vallejo, haya ocultado su resolución de quedarse en Europa y que haya hasta dejado entender y escrito lo contrario, es cuestión suya y suyas sus razones, las que el director de Aula pretende naturalmente asemejar a “influencias de su mujer” a un elemento “irracional” como lo es la “nimiedad de un sueño de ella” ( elemento no en materia de oráculos más de una vez hicieron sonreír a Vallejo. Ha de confesar lealmente que él ignoraba, no menos que quienquiera, que Vallejo, secretamente no tenía intención de volver a su país, sólo reconocer que las razones de la que se vale Vallejo para justificar su no –regreso al Perú, son fútiles “pretextos” los que, por ser justamente y sólo pretextos, reediten en Vallejo, y en su destino el mismo impedimento.
A principio de 1937, Vallejo quién, a consecuencia de su primer viaje a España sufre gran angustia al presentir el desastre español, manifiesta cierta intención de volver al Perú. ( Sólo ansía subconscientemente alejarse de este desastre) . Empero, al iniciar la primeras gestiones para ello, no es en vano ni por azar que él pone como condición al regreso proyectado la de poder trabajar libremente. Y al mismo tiempo me participa
”Desde luego, este viaje no puede realizarse antes de 8 o 10 meses mínimo. Este regreso tiene que ser preparado literariamente. Además, tú comprendes, tampoco podemos irnos mientras dure la guerra civil de España.”
Vemos cómo Vallejo, primero se reserva una puerta de salida que le permite al menos postergar aquel retorno y, luego, cómo toma sus precauciones de antemano, imponiendo él “su” condición, la única evidentemente, inaceptable: no vamos a admitir, en efecto , que Vallejo confía en que el gobierno peruano le va a contestar; “conforme ¡Venga usted a hacer la revolución en el Perú!” Llega la contestación la que es desde luego sin alternativa: O una vida sin política o sus ideas revolucionarias marxistas. Pero una vez más él escribe a J.L, “ se me puso a escoger entre el gobierno y mis ideas. Naturalmente opte por mis ideas. Resultado: ya no puedo volver al Perú ¡Que te parece!” Exclamación en la que finge creer el Sr. Larrea y que, por supuesto, explota en el acto diciendo : Fue cuando me parece estaba en relación con sus viejos amigos apristas ¿Por qué , si le “parece” formula él una vez más meras suposiciones? Debe aclararse que Vallejo no tenía “amigos” apristas y –menos durante la guerra de España- sino relaciones apristas con quienes no veía.



(*) En otra oportunidad recordará el “ manoseo” de Lima, no menos enigmático para mi por entonces. Manoseo del que ni muerto se librará Vallejo.



A fines de 1937, le sondeo : “Dime, Vallejo, si te propusieran una gran situación social y económica, con una gloria de éstas ...muy relativa, como sabes; y una situación aún más difícil que la que tenemos ahora, con la posteridad...lo que se llama la posteridad ¿Cuál escogerías tu?
- ¡ Pero la posteridad!
Insisto : ¿ Aceptarías, digamos, la miseria con la posteridad?
- ¡no se pregunta! – contesta Vallejo.
Por último, no influí, adrede o que sepa, en el destino de Vallejo. Si hubo una mujer que se preocupará por dejar entera libertad a su cónyuge, creo haber sido esa mujer. Hasta respeto a sus versos, los que sólo en parte entendía, media con verdadera angustia mis palabras. Un día entre otros, Vallejo me lee “Cae aguas de revólveres lavados...” aún sin título, y, extrañamente insiste “¿ Que te parece?” . Aún mas cohibida yo por la seriedad de su expresión – vive por entonces su mayor soledad- le digo con gran tristeza: “ Dime, Vallejo ¿ tu poema responde profundamente a lo que has ansiado expresar? ¿ Sientes hondamente que te satisface? “si” contesta, triste a sus vez. “Esto necesitaba saber porque, si para mi es un gran poema, ante ha de satisfacerte a ti tu poema. Creo ....que sólo tú puedes juzgarlo”,
Años después, la revista de Don Angélico Surchamps, marzo de 1951, publicaba:

“El mejor juez de su obra, es el artista mismo: sólo él mismo puede pronuciarse sobre las bellezas y los defectos que encierra su obra en virtud de la inspiración a la que él obedeció al creer y realizarla” ( San Juan Chrysosteme – hacia 380)

* * *

En relación a lo anteriormente expresado, leemos en el siguiente comentario del Sr. Coyné:

“ El documento de 1928 que aduce el articulista está claro pero no esta menos comprobado que Vallejo sin embargo conservó precauciones con sus amigos de Trujillo, la mayoría convertidos al aprismos, pues el último acto político – 1928/1938 – fue su intervención a favor de aquellos que perseguía la dictadura de Benavides” ( subrayados míos)

Yo, el articulista, habo observar que antes de escribir que Vallejo, pese a su ruptura con el APRA, publicada el 28 de diciembre de 1928, había firmado una protesta dirigida a Benavides pidiendo que cesaran las persecuciones contra los apristas, es imprescindible aclarar en qué condiciones. Antes y durante la II Guerra Mundial, por ejemplo, no hubo ni pudo haber marxista o ultra –marxista que no firmaran o no hubieran firmado protestas dirigidas a Hitler! (Una firma, en ciertos casos- y todos los sabemos – que es más, feliz o infelizmente, que una intervención muy diluida...) “Calificar de último acto político” de Vallejo una firma no es serio y apenas de buena fe. Vallejo había cortado toda relación con Haya de la Torre ( raíz y cabeza). No le vio a su paso por Europa ni volvió a verlo jamás, y aunque no pudo probarse, no es menos indudable que de haberse presentado una revolución, es a tiros que Vallejo marxista, se hubiera vuelto a encontrar con sus “buenos –viejos – amigos-apristas”. “ Así son las revoluciones” y es Vallejo que habla. Que el Sr. Coyné, ser anormal, sin moral, sin ética, sin religión definida, sino las que acomoda al desorden de su vida, guarde para él mismo las “precauciones” que en su impudor fabrica y pretende atribuir a Vallejo. Que derrame su incontinencia epistolar, de ocioso, en terreno literario; mas que retenga sus insultantes inepcias en el dominio político –biográfico.

Contrariamente a lo que afirma y publica nuestro virulento reaccionario “vallejiano”, nuestro cuarto era el único refugio de Vallejo donde pudiera él, en toda libertad y todo momento, desahogarse y expresarse acerca de gentes y hechos.

* * *

Es menester recordar que en la creencia de que, por una parte POEMAS EN PROSA , fuera posterior a POEMA HUMANOS y, por otra que ambos hubieran sido escritas entre el 3 de setiembre y el 8 de diciembre de 1937, se ha deducido que Vallejo “presentía su muerte cercana hasta inminente”. Según los ejemplo ya citados : en “Las ventanas se han estremecido...” Vallejo se encuentra en víspera de morir. En “ buen sentido” uno e sus monólogos finales. Y “cuatro conciencias ...”uno de los últimos poemas de Vallejo, en estado semidelirante y a quién no le queda sino el definitivo partir”

Restablecidas las fechas respectivas de las etapas de POEMAS EN PROSA (1923/24-1929) y de POEMAS HUMANOS ( oct.31 o feb. 32 –21 de nov. de 1937)
Habría que concluir entonces que Vallejo, desde 1924 hasta 1937, es decir casi durante 14 años, no sólo ha dejado de ser poeta- como ya lo hemos hecho observar- sino además, ha presentido durante el mismo lapso su muerte, cercana y hasta inminente...

Muy sorprendentes resultan estos datos si se sabe que Vallejo tenía el sentimiento de que iba a vivir mucho, enseñando como prueba medio en serio medio en broma, su impresionante línea de vida o citando una frase de su tío Daniel : “ No creas, mocito, la vida es larga ....!muy larga! (*)

(*) Convendría preguntarse si, al analizar profundamente el hecho siguiente se llegaría a la conclusión de que Vallejo vivía efectivamente pensando constantemente en su muerte, obsesionado por su cercanía y hasta por su inminencia.

En Roma, ante las catacumbas, y aprovechando la ocasión, nos justamente a unos 8 ó 10 turistas deseosos de visitarlas. El guía es, naturalmente un monje. Nos entrega a cada uno 3 pequeños cirios y el grupo se pone en marcha...En qué momento, cómo y de dónde salió la misteriosa atracción, sólo recuerdo haber oído: “ Vamos mejor por aquí” y pocos instantes después, Vallejo y yo, sin pronunciar palabra, caminábamos solos, en una galería desierta, a la vez quizás absortos, ligeros, asombrados, pensativos (¿en qué pensaremos?), cuando de pronto un monje ensimismado avanzaba en nuestra dirección. Al vernos pareció haberse clavado en el suelo. “Que hacen por aquí” pudo por fin articular ( en italiano creo poder asegurar). Sin contestar, lo mirábamos como una sombra. El también nos miraba, nos miraba con una mirada tan singular, tan indefinible que, en toda mi vida, no encuentro otra en algo semejante y de tal intensidad. Sin embargo, casi de inmediato, sin insistir, tajante, del gesto nos ordeno seguirlo. Minutos después, nos deponía debajo de la salida; enseñándonos afuera la luz del día nos invitó de la mano a salir, y su mirada más indefinible que nunca nos siguió hasta que hubiéramos desaparecido de su vista.

Debo agregar que ninguna palabra entre Vallejo y yo, nunca comento o siquiera menciono lo ocurrido, intensificando el enigma que siempre planeaba sobre Vallejo.


Para Vallejo, la muerte no representaba un momento determinado y limitado, cercano o lejano. Para Vallejo, la muerte es permanente como la vida. Y es así como él vive conjuntamente una y otra. Asimilar la muerte prematura de Vallejo a la muerte permanentemente, presente en sus poemas, que vive Vallejo como vive su vida, es esencialmente erróneo.
No cree Vallejo su muerte cercana o inminente, ni tampoco le viene a la mente en ningún momento que no le queda más que el “definitivo partir” como muy errónea e inconscientemente escribe el director del Aula.
No la presiente siquiera en 1938. En los últimos días de febrero o sea un mes y medio antes de morir, Vallejo dice a su alumna, una egipcia a quién dicta clases de lengua y literatura castellana “nada ha terminado, (se refiere a España). ¡Queda aún mucho que decir! ¡Queda aún mucho que hacer! Además... estoy joven todavía, soy fuerte. Mi mujer ...!una niña! Quiero tener un hijo. Yo quiero que tengamos un hijo”. Palabras desconcertantes si se sabe que en todo momento él se ha negado a tener familia mas no tergiversables, que demuestran netamente que Vallejo, está lejos de presentir su muerte y el “ definitivo partir ...” Vallejo, al contrario, ya se orienta hacia una labor mayor, renovada, ardua y larga.

En estos mismos días, me dice en tono contenido, no sin algo de amenaza: “Por ahora, sólo cabe aguantar y callar, pero ....espera que todo esto termine ( el drama español) ...! Entonces! ....” Se entiende que Vallejo no proyecta callarse.

En ningún momento se ha aportado nuclearmente de la línea marxista –leninista, la que, en vida de Lenin, implicaba innegablemente a Trosky.

Y roedor es el silencio que ha de observar Vallejo, impotente ante el genocidio de Stalin, desde tiempo atrás tramado. La gigantesca derrota del pueblo rojo español es la de todos los proletarios del mundo, y la frustración de la revolución mundial, ¿ por cuánto tiempo?
Vallejo, a quién no le será dado ver levantarse y crecer a escala universal, históricamente sin precedente, el más extraordinario fenómeno político –social que encarnará , poco tiempo después de sus muerte, la milenaria sabiduría de MAO TSE TUNG, medita ...e infinitamente sólo está Vallejo.

Desde cierto tiempo ya, Vallejo sufre de fatiga general que él lamentablemente no toma en consideración. El primero de febrero el radiólogo. Dr. Garcia Calderon, compatriota suyo, le toma una radiografía de los pulmones. ( Esputos con muy ligera reacción inflamatoria. Flora microbiana banal BK, cero) Vallejo queda completamente tranquilizado. Los días se suceden hasta que llega el 13 de marzo un domingo...

Al terminar de almorzar, Vallejo se tiende contra su costumbre “un momento- dice- a descansar un poco” ...Queda tendido.
Al día siguiente, tiene fiebre ...carece de apetito ...amigos médicos, compatriotas suyos le visitan, recetándole una que otra pastilla, sin llegar a tratarlo propiamente. Cuando le expreso que Vallejo esta mucho mas grave de lo que ellos creen, interiormente se impacientan. Paternalmente, el Dr. Max Arias Schreiber, entre ellos, exclama: “ Nunca se hubiera visto morir a un hombre que sólo está cansado.

Alertado por el Dr. R. Porras Barrenechea, por entonces delegado del Perú ante la Sociedad de las Naciones, el ministro F. Garcia Calderon gestiona el traslado de su compatriota a una clínica y propone su médico, el Dr. Lejard, quien acepta tratar a Vallejo- quién visiblemente no le cae bien – sólo por no perder su prestigio a los ojos de su eminente paciente. Considerando que ello lo compromete, Vallejo durante dos día declina dicho traslado, y Lejard quién será su único medico ejecutivo, siempre apurado como entre dos compromisos más urgentes, y cuya incapacidad se hará más palpable a medida que corren las horas, tampoco atribuye mayor gravedad al estado de Vallejo. El jueves 24 de marzo Vallejo es trasladado a la Clinica Arago. Cuando llega el Dr. Lejard, no estoy: he tenido que regresar a nuestro cuarto para recoger la obras de Vallejo que no hemos traído.
Francisco Garcia Calderón viene a visitar a Vallejo. Circula entonces el rumos de que “Vallejo se ha vendido a los Garcia Calderón”.

Tendido en su último lecho, no habrá quien se sienta lo suficientemente garantizado por la “genialidad” de Vallejo, la que nacerá póstuma, como para arriesgar 2 ó 3000 francos antiguos para salvarle la vida.

Al día siguiente, Lejard no aparece....Pasa al segundo día nadie. Y Vallejo dice:
”Los médicos son duros, vanidosos, cobardes ,crueles, vindicativos...” Desesperada, al tercer día doy parte al Dr. Arias Schereiber de este inconcebible comportamiento. Dado el tiempo transcurrido y demasiado tarde invadido por una serie inquietud Arias Schereiber exclama, indignado : “ ¡ Cuatro días sin ver a un enfermo que necesita de una y hasta de dos visitas diarias. ¿ No será que el gobierno quiere deshacerse de Vallejo?”.

¡ Cuatro días enteros desaparece Lejard!

COINCCEl 29 de marzo, son aproximadamente las tres de la tarde. Vallejo me mira, intensa su expresión, dice : “Escribe” y dicta :
“ Cualquiera que sea la causa que tenga que defender ante Dios más allá de la muerte, tengo un defensor : Dios”
CONTINUARA ......

1 comentario:

Tom 52 dijo...

Un documento muy valioso de la esposa de Cesar Vallejo.
Muchas veces denigrada
supo defender la memoria de Vallejo
con dignidad absoluta;
Una mujer admirable que es dificil encontrar semejante en la historia de la humanidad.

Y para cuando la version siguiente?
muchas gracias de antemano.