jueves, 28 de febrero de 2013

CECILIA BUSTAMANTE (PREMIO NACIONAL DE POESIA 1956)


"¿Dónde está mi amante, quién lo retiene?"
(copla de Santa Rosa de Lima}
*
Desde 1,500
Hace mucha muerte en el Perû
Y se dan flores místicas
En rosario sin fin.
Santa Rosa toca tu vihuela
Que yo toco la puerta
De tu cráneo pelado
Y las santas cuencas
De tus huesos -
Que se hagan pan de dulce
O que comiencen a arder
Isabel Flores de Oliva
El dolor está trepando
Hasta los cielos
Y tu canción va a desafinar.
*
Animal social
Limeña que tienes alma de tradición
(de un vals peruano)
No quiero decirlo
mas tu disimulo entiendo
y sobreentiendo antagonismos mejores,
tales malabares,evasiones, girando mortalmente
Y regresando,
Pequeñas historias que suceden�
Palabtra dobles,
Dobles victimas,
Formas seculars,
Situaciones muy barrocas,
Máscaras que dirigen su mirada
Al insignificante publico complaciente.
(y no hablar de los románticos
a los jóvenes notables porque
cambiaran de contradiccion).
Simular, disimular,’
Otras formas del habla,
Diferencias
Que diciendo apenas
Infieren demasiado.
Amigos
O enemigos
A muerte?
Posiblidad cobarde de probar la inocencia
Ante otra mascara de alguien
Que pierde la razon
En el desenfreno del juego.
*
En Discernimiento, 1era. ed., Premia Editora de Libros, ISBN 968-434-208-X,
Mexico, D,F. 1982. pp. 101-102.

Clases

Los pura sangre se instalan
Tras barreras -
Crian formas en el craneo,
Disfrutando elementales
De las palabras compuestas.
Pero su otra sangre novela
Sencillas estructuras, le trepa el cuello,
El tronco
Que otra clase cortará.
En Discernimiento, 1era. ed., Premia Editora de Libros, ISBN 968-434-208-X,
Mexico, D,F. 1982. p. 103
Balneario.
Casas vacias y enredaderas viejas
Titubeos en la Bajada de los Banos,
Las palomas de algun tiempo
Mas penetrantes que cualquier pagina.
Contemplemos de ese lado
El desorden, la perfecta gama de Lima,
Su historia, d hambre que arruga las calles.
Se quiebran los acatilados
Con salto de duende,
Su alianza descalabra
Cualquier verano,
Corto verano.
Al lado de las verjas oxidadas
Surgen cuqluier ano
Las parjeas abejas de un roto panal
Que caen en un pocio de hiel.
Discernimiento, p. 35

Amor en Lima

A Cesar Moro
Te planteo esta posibilidad:
Beber en tacitas rajas,
Pasearnos en Barranco
Mientras el orin y el salitre carcomen
Los balnearios limeños.
Dejame mecer los pies desde los balcones de Lima,
Asediar la tuberculosis en el gris crispado de la niebla
Porque es lluvia amenazante nunca llega
Y mas bien aborta por otro lado de los cielos.
*
Discernimiento, p. 41

Poema 1

El perfume de los campos de I patria
Dista, pero no se pierde.
Los cielos que me cubren
Poseen la estrella de mis padres
Y los rios que llegan de las altas lagunas
Acarician la simiente,
Que colma las retamas florecidas.

Estos rostros que saludan

Son los hombres de mi patria,
Acallados y lejanos junto al rio,
Anidando en la noche hasta que brote el dia.
Yo les ofrezco la inquietud de mi corazon
Y la calma de mi mano vacia.
Altas hojas. Ed. Ministerio de Educacion Publica del Peru. Lima, 1961 p. 5
copla de Santa Rosa de Lima
*
El Puente II
En la áspera corteza
tu sola mano golpeando la distancia
el corazón resiste aún
sobre el inasible puente donde acecha
amargo fulgor de tiempo inalcanzable.
Sentir que se está muriendo ‑
lejos de nuestra sádica tierra,
el peso triste de la ex‑ patria nuestra
enterrándonos a ambos otra vez
en la terracotta del verano.
Ansiosamente arranco el terco secreto,
la agonía en nuestro cauce ancestral.
Bajo el puente nos dimos ayer
nuestro sueño de anillos enigmáticos
de amor, de metal, de vigilia,
rodaron despacio
desde el tiempo aquél
eclipses totales ‑ y amén.
*



















POEMA I
El perfume de los campos de mi patria
dista, pero no se pierde.
Los cielos que me cubren
poseen la estrella de mis padres
y los rios que llegan de las altas lagunas
acarician la simiente,
que colma las retamas florecidas.

Estos hombres que saludan
son los hombres de mi patria,
acallados y lejanos junto al rio,
anidando en la noche haste que brote el dia.
Yo les ofrezco la inquietud de mi corazon
y la calma de mi mano vacia.

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