jueves, 11 de julio de 2013

WINSTON ORRILLO : LA MEMORIA DEL AIRE ( JUAN CRISTOBAL VIAJE AL FIN DE LA NOCHE)

LA MEMORIA DEL AIRE
Juan Cristóbal Viaje al fin de la noche
                        Por Winston Orrillo

Ingresar al nuevo poemario de Juan Cristóbal “Cuaderno de las desilusiones” Del absurdo y la desesperanza 3” (Grupo editorial Arte Idea, 2013), es una suerte de inmersión catártica por los recovecos de lo más obscuro del hombre peruano resultante –sobreviviente, diríamos mejor- del fujimorismo y de los dos periodos sórdidamente alanistas, para arribar al presente, donde el tufillo de la traición a las palabras y las promesas, va siendo cada vez más evidente.
Por ello, el título de esta columna, es el  del inolvidable libro de Luis Ferndinand Celine.
Esta obra no solo es el resultado de la tragicomedia política de los gobiernos sucesivos que ha padecido nuestro país, sino, igualmente, de “la división desenfrenada de la izquierda, mientras el poder de la derecha se envalentonaba y hacía (o deshacía) lo que quería”. Con lo que comenzaron las traiciones, y el abandono del barco por las ratas…
A una sensibilidad hiperestésica (característica de casi todos los poetas importantes) esto tenía que afectarle, y no es otro el caso de la resulante en estos libros –no solo el que reseñamos, sino la serie completa- y lo conduce a la “desilusión del ser humano y su soporte espiritual, tan frágil, ambiguo y traicionero”. amén de las preguntas, irresolubles, que atormentaran al bardo, por otro lado, un participante, activo, en la combativa generación del 60 y sus esperanzas y sus combates.
Por eso la inmersión en este libro no se puede hacer desavisadamente ,ni, igualmente, de sopetón: el que esto escribe, verbi gratia, no pudo soportar su lectura “de corrido”, y tuvo que hacerla por etapas, pues, cuando uno creía haber llegado “al fin de la noche” aparecían otras anfractuosidades, en esta suerte de incoercible hemorragia de vicisitudes y despeñaderos, en los que es pródigo el volumen.
Sin embargo, lo grande es que  estos años padecidos “en la desdicha espiritual, sin embargo –lo dice el autor- (y lo celebramos) “no me hicieron perder la fe en el socialismo. Por eso aún puedo repetir lo que que dijera, tan acertadamente, Mario Benedetti: creo ahora en el socialismo pero desde la otra trinchera, desde la desesperanza y la desilusión”, y añade, espléndidamente, Juan Cristóbal: “que jamás será una conducta ligada al escepticismo, sino el origen, la construcción y el desarrollo de una nueva forma de esperanza”.
Lo cual no nos exime de pasearnos por las estancias que este breve y acerbo poemario nos brinda, pero solo para paladares preparados, aunque el libro está pleno de las imágenes ubérrimas que, hace tiempo, son el ajuar poético del fecundo autor..
Y para muestra solo un botón: ”Las mentiras lentas e imperecederas  de las lechuzas en la hierba/ Por eso nada tenemos que decirnos Solo comprender/tan plácidamente como el cuerpo o las señales en los cordeles lo permitan/ que el amanecer Como la vida Es un triste y descabellado monigote/ haciendo de la luna el rincón más indiferente y torpe del ausente.”
Juan Cristóbal ganò el Premio Nacional de Poesía en Poesía en 1971. Ha sido profesor en varias universidades y su obra poética es vasta y altamente polémica, así como lo son sus Testimonios, entre los que destacan: “La memoria es un arma” y “;Mar de mis entrañas”. El,asimismo, es un protagonista de la vida cultural del Perú de las últimas décadas.
                                                          



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