LA MEMORIA DEL AIRE
Juan Cristóbal Viaje al fin de la
noche
Por
Winston Orrillo
Ingresar al
nuevo poemario de Juan Cristóbal “Cuaderno de las desilusiones” Del absurdo y
la desesperanza 3” (Grupo editorial Arte Idea, 2013), es una suerte de
inmersión catártica por los recovecos de lo más obscuro del hombre peruano
resultante –sobreviviente, diríamos mejor- del fujimorismo y de los dos
periodos sórdidamente alanistas, para arribar al presente, donde el tufillo de
la traición a las palabras y las promesas, va siendo cada vez más evidente.
Por ello, el
título de esta columna, es el del inolvidable
libro de Luis Ferndinand Celine.
Esta obra no
solo es el resultado de la tragicomedia política de los gobiernos sucesivos que
ha padecido nuestro país, sino, igualmente, de “la división desenfrenada de la
izquierda, mientras el poder de la derecha se envalentonaba y hacía (o
deshacía) lo que quería”. Con lo que comenzaron las traiciones, y el abandono
del barco por las ratas…
A una
sensibilidad hiperestésica (característica de casi todos los poetas
importantes) esto tenía que afectarle, y no es otro el caso de la resulante en
estos libros –no solo el que reseñamos, sino la serie completa- y lo conduce a
la “desilusión del ser humano y su soporte espiritual, tan frágil, ambiguo y
traicionero”. amén de las preguntas, irresolubles, que atormentaran al bardo,
por otro lado, un participante, activo, en la combativa generación del 60 y sus
esperanzas y sus combates.
Por eso la
inmersión en este libro no se puede hacer desavisadamente ,ni, igualmente, de
sopetón: el que esto escribe, verbi
gratia, no pudo soportar su lectura “de corrido”, y tuvo que hacerla por
etapas, pues, cuando uno creía haber llegado “al fin de la noche” aparecían
otras anfractuosidades, en esta suerte de incoercible hemorragia de vicisitudes
y despeñaderos, en los que es pródigo el volumen.
Sin embargo, lo
grande es que estos años padecidos “en
la desdicha espiritual, sin embargo –lo dice el autor- (y lo celebramos) “no me
hicieron perder la fe en el socialismo. Por eso aún puedo repetir lo que que
dijera, tan acertadamente, Mario Benedetti: creo ahora en el socialismo pero
desde la otra trinchera, desde la desesperanza y la desilusión”, y añade,
espléndidamente, Juan Cristóbal: “que jamás será una conducta ligada al
escepticismo, sino el origen, la construcción y el desarrollo de una nueva
forma de esperanza”.
Lo cual no nos
exime de pasearnos por las estancias que este breve y acerbo poemario nos
brinda, pero solo para paladares preparados, aunque el libro está pleno de las
imágenes ubérrimas que, hace tiempo, son el ajuar poético del fecundo autor..
Y para muestra
solo un botón: ”Las mentiras lentas e imperecederas de las lechuzas en la hierba/ Por eso nada
tenemos que decirnos Solo comprender/tan plácidamente como el cuerpo o las
señales en los cordeles lo permitan/ que el amanecer Como la vida Es un triste
y descabellado monigote/ haciendo de la luna el rincón más indiferente y torpe
del ausente.”
Juan Cristóbal
ganò el Premio Nacional de Poesía en Poesía en 1971. Ha sido profesor en varias
universidades y su obra poética es vasta y altamente polémica, así como lo son
sus Testimonios, entre los que destacan: “La memoria es un arma” y “;Mar de mis
entrañas”. El,asimismo, es un protagonista de la vida cultural del Perú de las
últimas décadas.
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