martes, 16 de febrero de 2016

Fwd: 16 de febrero. Estampa del mes de febrero. Vuelvo a mi oficio de carpintero. / Se fortalece el 17 Capulí. / Viernes 26 de febrero: Día de la libertad de César Vallejo.


---------- Mensaje reenviado ----------
De: <dsanchezlihon@aol.com>
Fecha: 16 de febrero de 2016, 10:44
Asunto: 16 de febrero. Estampa del mes de febrero. Vuelvo a mi oficio de carpintero. / Se fortalece el 17 Capulí. / Viernes 26 de febrero: Día de la libertad de César Vallejo.
Para:


 
 
 
 
 
 
 
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Construcción y forja de la utopía andina
 
2016 AÑO
CONSTRUCCIÓN DE CONCIENCIA
Y CONCRECIÓN DE SOLUCIONES
 
FEBRERO, MES DE LOS HUMEDALES,
DE NUESTRAS LENGUAS NATIVAS, DE
RICARDO PALMA Y FEDERICO BARRETO
 
CAPULÍ ES
PODER CHUCO
 
SANTIAGO DE CHUCO
CAPITAL DE LA POESÍA
Y LA CONCIENCIA SOCIAL
 
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SE FORTALECE
EL 17 CAPULÍ
Abarcando esta vez a Otuzco
y Cachicadán en nuestro itinerario de viaje,
la peregrinación anual de Capulí, Vallejo y su Tierra
se consolida y fortalece con un número variado de actividades
que tendrán por sedes las ciudades de Lima, Trujillo, Otuzco,
Huamachuco, Santiago de Chuco y Cachicadán, entre el 24 y 29
de mayo del año 2016. Una amplia delegación proveniente
de otros países formará parte de esta caravana
cuya convocatoria a nivel internacional
está bajo la coordinación de la Dra.
Mara García Sevilla.
Para asistir al 17 Encuentro Internacional
de Capulí, Vallejo y su Tierra no se abona ninguna
cuota de inscripción sino los servicios de pasajes, alojamiento y
alimentación que cada integrante elige y paga directamente; y que la
Comisión organizadora pone a consideración de los participantes a
costos rebajados, garantizando excelencia y seguridad. Muchas
personalidades nacionales e internacionales formarán parte
de esta peregrinación que permite conocer detalles "in situ"
de la vida y obra de César Vallejo, así como conlleva
el significado de rendir homenaje a quién es no
solo un poeta universal sino un paradigma
de hombre excepcional.
 
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CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
Y
UNIVERSIDAD RICARDO PALMA
PANEL CONMEMORATIVO
EN EL DÍA DE LA LIBERTAD
DE CÉSAR VALLEJO
PRISIÓN, LIBERTAD
Y ÉGIDA MORAL
EN CÉSAR VALLEJO
EXPOSITORES
JORGE KISHIMOTO
Director del Centro de Documentación
e Investigación César Vallejo
IVÁN RODRÍGUEZ CHÁVEZ
Rector de la Universidad Ricardo Palma
DANILO SÁNCHEZ LIHÓN
Presidente del movimiento cultural
Capulí, Vallejo y su Tierra
FRANCISCO TÁVARA CÓRDOVA
Presidente
del Jurado Nacional de Elecciones
VIERNES 26 DE FEBRERO. 6.30 PM.
CENTRO CULTURAL CCORI WASI
UNIVERSIDAD RICARDO PALMA.
AV. AREQUIPA 5198, MIRAFLORES
Ingreso libre.
Se agradece su gentil asistencia
 
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16 DE FEBRERO
 
 
ESTAMPA
DEL MES DE
FEBRERO
 
 
FOLIOS
DE LA
UTOPÍA
 
VUELVO
A MI OFICIO
DE CARPINTERO
 
Danilo Sánchez Lihón
 
 
1. Desde
el umbral
 
Estos días he vuelto a mi viejo oficio de carpintero. Y a contemplar desde el banco de madera donde trabajo a la gente que pasa corriendo arrebujada y encogida por los aguaceros que se descargan en el mes de febrero.
Desde el umbral de la puerta veo desencadenarse la lluvia y los relámpagos, y desatarse la tempestad y sus goteras que asordan con su rumor en el tejado, en los árboles y en el suelo.
Mientras ajusto el torno y continúo el cepillar de la tabla que me evoca otras lluvias pero que vienen desde dentro de la tabla que ha sido árbol de cedro, aliso o pino plantado en la tierra y que convertimos en mesas, repisas, baúles.
He salido un momento a la puerta, cogiendo quizá algún pedazo de pino oloroso en la mano, a ver correr el agua bajando como un río por la calle empedrada, mientras se arrebujan las personas bajo los aleros, sin poder cruzar la calle.
He vuelto a los trozos de madera que se juntan y cepillan, se encolan y se clavan, a ver cómo surge y se hace una silla, un estante, un ropero de tres cuerpos con sus patas, cajones y puertas que llevan ojivas y volutas.
 
2. Oficio
cristalino
 
Ahora veo cómo el serrucho va cortando la madera al impulso de una idea, y del anhelo por construir algo que antes no existía, y que es único por humilde que sea.
Este es el taller de don Ernesto Villalobos, que se ubica a tres cuadras de mi casa, en una calle que es una bajada empinada y abrupta adonde llego, saludo y siento que él se alegra, retira algo del banco sin uso; y voy hacia las maderas que son retazos que él ha ido acumulando.
Así es un acuerdo tácito con él, para que yo venga, corte, cepille y fabrique lo que se me ocurra, en este oficio tranquilo, ensimismado y cristalino como es la carpintería; aunque de este local la gente más bien lo reconozca por el trabajo fino que se hace, como:
– La mejor ebanistería del pueblo. 
Pero a él en verdad le temen, porque es un hombre austero, solitario y sin palabras vanas, tras su mandil de cuero; esmirriado y casi mudo, no porque no hable sino por lo que piensa.
De intensos ojos azules y rostro angélico, siempre con un cigarrillo prendido en la comisura de sus labios, finos y agestados, mientras con las manos serrucha, encola y cepilla.
 
3. Extasiado
de ver
 
Es un hecho extraordinario cómo él que es un ermitaño ha llegado a confiar en mí, pese a ser yo un chiquillo y él casi un anciano? Fue pararme ante su puerta, absorto ante la maravilla de ver cómo va saliendo la viruta de la madera cuando se la cepilla, cómo se la cuadra, cómo hace un orificio con el berbiquí, cómo va labrando una hendidura utilizando una gubia, cómo pule una muesca con el formón, cómo ensambla una juntura.
Al ver con asombro y embeleso y para cada tarea una herramienta diferente: distintos cepillos, variadas escofinas, diversos tornos, haciendo que mi fascinación se deslumbre. Nunca hubiera imaginado que existieran tantos tipos de taladros, martillos y serruchos, cada uno con su función específica, carácter y hasta personalidad, con su propia música, tonada ¡y alma!
Extasiado de ver cómo se riza la viruta, cae el polvillo del aserrín en un montículo que paulatinamente intocado va creciendo suavemente, y cómo la madera emite gemidos y esa fragancia secreta que evoca torrentes, vientos, fuentes, nidos de pájaros ¡y bosques! ¡Y nos transporta a la campiña entera donde el árbol ha vivido todas sus emociones. Y cómo va surgiendo de sus restos descalabrados ¡una mesa, un armario, una cuja insignes.
 
4. Legendario
caballero
 
Han sido horas deslumbradas, ¡y de pie como un soldado en su puerta en un silencio arrobado, religioso y absorto viéndolo hacer su trabajo. Y él, como si yo no existiera, paciente y sin molestarse.
Él siguiendo la línea negra que ha trazado con su lápiz de punta plana u horizontal trazada en la madera, con movimientos regulares o acompasados de la sierra manual.
O, cuando corta en redondo, con una segueta que lleva acoplada una cinta dentada muy fina que se ajusta con tuerca de mariposa en un armazón espacioso, siguiendo una línea en círculo.
O cuando cepilla, la serpentina de madera que ora es fina, ora gruesa, de acuerdo a la abertura que él regula en la garlopa entrecerrando los ojos.
Y yo tratando de leer algunos números en las volutas de humo que desprende su cigarro, siempre prendido a un costado de la comisura de sus labios finos, en su figura adusta de legendario caballero andante.
 
5. No sé
por qué
 
Allí, con su mandil de cuero en su cuerpo enjuto y liso; con los ojos azules y el cabello castaño, con su rostro solitario y ausente, midiendo y cepillando las tablas, cuando de repente un día me mira no sé si cariñoso o compasivo, y me dice:
– ¡A ver! ¡De esos pedazos de madera haz lo que quieras!
Y de mis manos van apareciendo cofres para mi mamá, alcancías para mis hermanos, repisas para los dormitorios, una caja de lustrar zapatos para papá, mesitas de noche que él alza en sus manos, las mira por uno y otro lado y celebra embelesado.
Y que en mi casa mis hermanos lo acogen con exclamaciones de admiración y júbilo.
Así me permitió, no sé por qué razón de orden supremo ser el carpintero que soy. Y que él descubrió en mí, en base a no sé qué prodigio.
A él, sin embargo, la gente le teme, aunque nunca hablen mal como aquí hacen casi de todos, quizá porque de ahí sale la ebanistería más ilustre, eximia y reluciente de toda mi comarca.
 
6. Inmenso
cariño
 
Y no acepta obra que no la vaya a poder tener lista para la fecha que acuerdan y él ofrece, incluso precisando la hora con la anticipación de uno o dos meses.
He sido testigo de cómo ha rechazado dinero, contante y sonante que le ponen en la mano, para una obra que iba a interferir para que él cumpla con otras a las cuales ya se había comprometido.
Es la única persona de mi pueblo que conoce Norteamérica y ha viajado y vuelto de Europa. No es que él haya venido de allá, sino que ha ido desde aquí, y ¡ha vuelto!
Es el único ser humano de mi pueblo quien ha cruzado en barco el canal de Panamá. ¡Nadie más lo ha hecho! ¡Y el relato que hace de este portento es sencillamente inenarrable! Y solo yo sé buscar el momento más propicio para que él lo cuente.
A ratos pienso que él me permite usar su madera, que me la obsequia, y me consiente utilizar sus herramientas que son finas y exclusivas, y la cola y los clavos que compra en Trujillo, solo para tener quien le escuche hablar, de lo que él quiere contar. ¡Y que nadie hasta ahora lo ha escuchado!
 
7. Por donde
muere el sol
 
Mis padres saben dónde estoy. Y les complace. Y cada obra que termino y llevo a casa lo celebran, me felicitan, le buscan un sitio y me lo agradecen con una sonrisa callada o un abrazo que trasunta el más inmenso cariño y casi la devoción en lo que yo puedo hacer.
Les encanta cada vez que llego con una joya de madera en donde incrusto espejos, iniciales y encajes de metal. Ahora ya saben dónde buscarme. Y hasta allí llegan en tropilla mis hermanos pequeños al principio para mirarme hacer y después de un largo rato para decirme:
– Mamá dice que ya la mesa está servida y los platos se están enfriando!
– ¡Y recién me lo dicen! –Les regaño–. ¡Vamos corriendo!
Y nos lanzamos cuesta arriba, abrazados.
Nunca el maestro me pidió que le ayude ni siquiera a sujetar una tabla o madera. O a traer algún tablón, de los que tiene secándose en su corredor, en el interior de su casa, por donde muere el sol de la tarde.
 
8. Las savias
de la tierra
 
Todo es dejarme confeccionar lo que yo quiera. Tampoco, nunca me ha corregido algo.
Al contrario, se pone a mirar embelesado lo que yo hago. Y lo contempla satisfecho y, con frecuencia, maravillado.
Algunas veces, cuando abre la puerta hacia el interior de su casa para traer una olla donde hierve la cola, veo la figura de una señora, que es su madre, sentada e hilando en el corredor abierto al crepúsculo y al cielo ilimitado.
Su taller en cambio no tiene cielos rasgados, salvo encima de la casa de enfrente cubierta de matojos y madroños y cuya puerta nunca se abre porque está abandonada. Sin embargo, aquí dentro se concentra la esencia de los bosques y las flores de todo el universo. Y la fragancia de los árboles que han absorbido todas las savias de la tierra.
Y pienso que ésta también fue una escuela en mi infancia, en el período de vacaciones, desde cuando cursaba la Educación Primaria y en todos los años que estudié en el colegio la Educación Secundaria, hasta salir de mi pueblo, ¡eso sí hacia los cielos desgarrados del mundo!
 
9. Un día
como hoy
 
Y es desde aquí, desde donde cada período de vacaciones escucho el reventar de los cohetes del mes de enero, anunciando que ya vivimos el advenimiento de la Bajada de Reyes, o que en tal o cuál casa se celebra la Levantada del Niño Dios, o la llegada de los Reyes Magos.
O durante el mes de febrero los acontecimientos de las fiestas de los carnavales, con los sones lejanos de marineras que desgranan las bandas de músicos que acompañan bailes, desfiles y jincanas que se arman en los barrios.
Avivando la imagen en nuestros corazones que en alguna casa hay aires de fiesta, con rica y abundante comida y chicha; y con alguna orquesta aldeana que entona huaynos, serranitas y el pallo de Santiago de Chuco.
Mientras se sirven tamales y se cruzan miradas y requiebros que harán que en los años y décadas futuras por una hora como esta se llore, se evoque y se gima desconsolado. ¡Y tal vez hasta se muera!
Teniendo al frente ahora el muro derruido pero que se va llenando otra vez de flores de todos los colores y matices, que al principio parecía musgo, después yerbas silvestres, pero ahora han ido tomando cuerpo, espesor y altura. Y un día como hoy han estallado en esa vieja pared todas las flores del universo.
 
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CONVOCATORIA
 
XVII ENCUENTRO INTERNACIONAL
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
 
TELÚRICA DE MAYO, 2016
 
LIMA:
MARTES 24
 
TRUJILLO:
MIÉRCOLES 25
 
OTUZCO
JUEVES 26
 
HUAMACHUCO
JUEVES 26
 
SANTIAGO DE CHUCO:
VIERNES 27
SÁBADO 28
 
CACHICADÁN
DOMINGO 29
 
TODO EN EL MES
DE MAYO, 2016
 
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