---------- Mensaje reenviado ----------
De: <dsanchezlihon@aol.com>
Fecha: 15 de octubre de 2016, 9:34
Asunto: 15 de octubre. Día de los Derechos del Animal. Canto al amanecer. / Día Mundial de la Mujer Rural: Niña india, de Carlos Zúñiga Mendoza.
Para:
De: <dsanchezlihon@aol.com>
Fecha: 15 de octubre de 2016, 9:34
Asunto: 15 de octubre. Día de los Derechos del Animal. Canto al amanecer. / Día Mundial de la Mujer Rural: Niña india, de Carlos Zúñiga Mendoza.
Para:
CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRAConstrucción y forja de la utopía andina2016 AÑOCONSTRUCCIÓN DE CONCIENCIAY CONCRECIÓN DE SOLUCIONESOCTUBRE, MES DE LA SALUD,LA ALIMENTACIÓN, LA GESTADE ANGAMOS; VIDA Y EJEMPLODE MARIO FLORÍAN Y LUISDE LA PUENTE UCEDACAPULÍ ESPODER CHUCOSANTIAGO DE CHUCOCAPITAL DE LA POESÍAY LA CONCIENCIA SOCIAL*****DÍA MUNDIAL DE LA MUJER RURALNIÑA INDIANiña India:Volverás algún díacon tu sombra fugazpero con vida.Ya nadie entiendela llaga que sembraronaquellos poderososde las vidas.¡Pero yo que te vicomprendo tu destinointuyo tu distanciay emerjo de la sombrade tu herida!Hay que sufriral vertetan pequeñacasi sin llantoescuálidaesquelética.Acabada por siglosde sentencias.¡NIÑA INDIA!casi deplorolo que estoy diciendocuando recuerdomi niñeztan llenade las cosasque te faltan.¡Te daría a mi padre y a mi madre!,para que fuerasenérgicaen tu llantoy enturbiarastu faz con alegrías.CARLOS ZÚÑIGA MENDOZA*****PRÓXIMAS ACTIVIDADESOCTUBREVI JORNADA:POR EL COMPROMISOY LA CONCIENCIA SOCIAL"¡ABISAA TODOS LOS COMPAÑEROSPRONTO!"CHEPÉNVIERNES 21TRUJILLOVIERNES 21SANTIAGO DE CHUCOSÁBADO 22SANTA CRUZ DE CHUCADOMINGO 23PARTICIPACIONESCONFIRMADASNARDA GARCÍAEN MÚSICAJAIME SÁNCHEZ LIHÓNFOTOGRAFÍAWILMER SICCHAORGANIZACIÓNDANILO SÁNCHEZ LIHÓNORGANIZACIÓNPANEL DE CONFERENCIAS:"LA GESTADE LUIS FELIPE DE LA PUENTE""LA MÚSICA ANDINAHIMNO DE VICTORIA"NARDA GARCÍAPRESENTACIÓN DEL LIBRO:"SIMIENTE QUE BROTAES LUIS DE LA PUENTE"DANILO SÁNCHEZ LIHÓNEXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA:"TELÚRICA Y MAGNÉTICADE LA TIERRA DE CÉSAR VALLEJO"JAIME SÁNCHEZ LIHÓN*****15 DE OCTUBREDÍADE LOS DERECHOSDEL ANIMALFOLIOSDE LAUTOPÍACANTOALAMANECERDanilo Sánchez Lihón1. Estu sangreRodrigo por fin ha conseguido que su abuela le obsequie los dos periquitos que tanto le ha pedido desde hace meses. ¡Y años tal vez!!Le ha tocado uno carmesí con tornasoles de ópalo y el otro azulado con iridiscencias de color azafrán.La señora los extrae de su inmensa pajarera donde una maraña de pajarillos de todos los colores y trinos nacen, crecen, se reproducen.Y también mueren, sin salir jamás de esa malla de alambres, plumas desprendidas y pétalos de flores caídas de las macetas que cuelgan hacia afuera.El niño ha tenido que enfermarse para que la abuela se conmueva y acepte desprenderse de sus pajarillos.No ha sido fácil. La última vez la señora puso otra condición cual ha sido que tenía que traer una jaula nueva para llevarlos.¡Y que no se fueran a volar por el camino, por favor!– ¡Ya deja de hacer sufrir más a mi hijo!, –ha protestado hoy día la mamá de Rodrigo, e hija de la señora–. Lo estás enfermando con tus caprichos. Parece que más te importaran tus pajaritos que las personas, y sobre todo tu nieto y que lleva tu propia sangre. –Le reprocha así a su madre.2. Cómolos va a criar– ¡Tú no sabes lo que es criar y querer a los animales!– ¡Tienes tantos! Y es tu nieto quien te pide. No es un niño extraño ni ajeno- Meses y años que lo tienes ilusionado. ¡Es tu sangre, mamá!La abuela adora a su nieto. Pero más puede el escrúpulo de cómo los va a criar.Pero, ahora, ha tenido que ceder, prestar ella misma una jaula.Y hoy mismo los dos pericos han cambiado de casa.Al despedirse de las avecillas todavía desde la puerta recomienda:– El agua fresca que le pongan. Hay que cambiarla todos los días".O esta otra:– La clase y calidad de los granos de alpiste escogerlos de un casero de confianza, nada de comprarlos de ambulantes.Y más aún:– No se olviden la hora de abrigarlos. Cubran la jaula con una manta, que está haciendo frío.Y sigue:– Han de tener cuidado del gato que tienen en la casa. ¡Y de otros animales que pueden hacerles daño!3. La policromíade sus alasY se ha despedido de ellos con los ojos cristalinos de lágrimas y el corazón enturbiado por la pena.La llegada de los pericos a la nueva casa es todo un acontecimiento. Correrías, nerviosismo, alegría.Han pasado los días y pronto Rodrigo ha aprendido a darles de comer, a limpiar su jaula y a protegerlos del frío.Y pasa horas enteras contemplándolos.Le encantaba el movimiento de sus cabezas, los saltos que dan. La forma cómo toman el agua.Le extasía la policromía de sus alas que se abren al sol. Y hasta le parece percibir debajo de sus plumas temblar sus minúsculos corazones con acompasados latidos.Y lee manuales y consulta enciclopedias para saber de sus costumbres y acerca de la menor manera de criarlos. Esté en donde esté viene a atenderlos.4. Un gritoheridoPero hoy día Virginia ha salido temprano al jardín y ha querido acariciarlos. Abre la jaula y deja la puerta entreabierta.El perico macho ladea la cara para ver mejor la abertura:– ¿Qué es esto? –Dice.– ¡Cuidado con los peligros! –Le advierte la perica desde dentro.De un brinco el macho. Llega hasta la puerta. Gira la cabeza a uno y otro lado y divisa las altas ramas del árbol en el centro del jardín.Salta hasta allí. Y llama a su compañera. En seguida ambos se lanzan al cielo abierto e ilimitado.Detrás de ellos y lejos queda la jaula entreabierta.A la vuelta de la escuela Rodrigo ha ido a saludar a sus pericos en su jaula.Y al no encontrarlos suelta un grito herido, como si lo hiriera un cuchillo penetrando en carne viva.Y es que como un relámpago ha imaginado lo que ha sucedido:5. Buscaronrama por rama– ¡Mamáaaa!La mamá ha soltado la prenda que cosía y casi ha rodado por las escaleras por socorrer a su hijo: pensando que un puñal le ha atravesado el pecho por la espalda:– ¡Qué ocurre! Rodrigo, ¿estás bien? ¡Háblame hijo! –Grita a su vez al llegar.– ¡No están mis pericos! –Chilla el hijo desesperado.La mamá al ver la jaula vacía comprende toda la realidad: ¡Los periquitos han escapado!Ya reunidos los demás hermanos miran por todos los contornos. Buscan rama por rama entre las plantas.Se asoman con escaleras a mirar las paredes y los patios de las casas vecinas.No. ¡No están! Han desaparecido.– ¿Quién abrió la puerta de la jaula? –Es la pregunta que se hacen.Nadie contesta.6. Escucharonlos pasosDe pronto Virginia emite un gemido, se encoge contra su pecho y empieza un llanto incontenible que le sacude su espaldita. Está desesperada.– ¡Es culpa mía! ¡Es mi culpa! ¡Yo he sido!– ¿Tú fuiste?– Sí. ¡Pero yo solo he querido acariciarlos!Los hermanos lloran toda la tarde.La madre anda silenciosa por la casa. Todos esperan la llegada del padre.A Virginia han tenido que acostarla en su cama porque le duele el pecho. Y hasta ha hecho fiebre.Rodrigo da vueltas, subiendo y bajando la azotea, desde donde mira con rencor y hasta odio a cada gato que pasa.Ya de atardecida se escuchan los pasos del padre que llega. Y todos corren a abrirle la puerta.7. Haber,cuéntenme– ¡Papá! ¡Los periquitos han escapado!– ¡Se han perdido nuestros pajaritos, papá!– ¡Es una desgracia, papá, para toda la familia!– ¡Virginia dejó abierta la jaula y se han ido!– ¡Nadie sabe adónde! –le dicen trabándose agitados, entre gemidos.– ¿Y dónde está Virginia?– En su habitación. La he acostado en su cama. Se siente mal la pobrecita. Hasta tiene un poco de fiebre. –Dice la mamá también llorosa.Ya en el cuarto Virginia se abalanzó a los brazos del padre.– ¡Papá, es mi culpa! ¡Es mi culpa! –Solloza.El padre la abraza, la tiene contra su pecho y después la sienta en sus rodillas. Abraza a Rodrigo y sienta a los demás al borde de la cama.– Haber, cuéntenme. ¿Qué ha pasado?8. ¡Handesaparecido!Todos hablan a la vez, repitiendo lo que unos y otros saben.– ¡Es culpa de Virginia! –concluye Emilio, el hermano mayor.– No es culpa de tu hermana, porque ella no ha querido que se fueran. Al contrario, quiso darles cariño. –Empieza diciendo el padre.– Pobre mi hijita, se siente culpable. Y está destrozada, la pobre. –Aduce la mamá.Virginia otra vez no puede contener un llanto desconsolado.– ¿Han buscado por todos lados?– ¡No solo aquí en la casa, sino que hemos ido por todo el barrio y preguntando casa por casa, papá!– ¡Y no están! Hemos subido con escaleras para ver por los techos. Hemos subido incluso a los árboles del parque. ¡Han desaparecido!9. Y fuimosfelices– Bueno, hijos. –Continúa el padre– Para nosotros de repente ésta es una pérdida, que la sentimos mucho, pero para los periquitos este es un día feliz.– ¿Feliz, por qué, papá?– Porque están libres y quieren hacer juntos su destino.– ¿Quiénes? ¿Los pericos?– Sí.– En la vida de ellos ésta será una fecha inolvidable que recordarán así:Un día una niña como un ángel se acercó, nos acarició las alas, nos miró con ternura y dejó entreabierta la puerta de la jaula.Entonces volamos hacia una rama alta y luego por el cielo azul hasta un árbol donde hicimos nuestro nido, tuvimos nuestros hijos y fuimos felices.Con el rostro congestionado Rodrigo exclama:– ¡En qué barriga de gato estarán mis dos periquitos!10. Díasinconsolables– ¡Ningún gato ha devorado a los pericos! –Explica el padre–. Y les digo por qué:Primero, habría plumas en algún lugar. ¿Las hemos encontrado? ¡No!Segundo: Si los periquitos han podido volar por encima de estas paredes que son altas, quiere decir que vuelan bien.Y, tercero, los animales saben defenderse y superar peligros.Además, no es uno, son dos. Y entre dos se ayudan, se avisan, pelean juntos. Y una pareja tiene mayores fuerzas para luchar, porque entre ellos cooperan y se defienden muy bien.– Gracias, papá. –Dicen.De todos modos, los días siguientes son tristes e inconsolables para Rodrigo.Sus ojos se nublan mirando las azoteas lejanas, queriendo ver aparecer y aletear a sus pericos.11. Dichososcomo nuncaRodrigo sigue limpiando la escudilla, cambiando el agua anterior por otra nueva y fresca, poniendo temprano la ración de alpiste.Esta madrugada ha corrido agitado y ha despertado a sus padres:– ¡Papá! ¡Mamá!– ¡Qué sucede, hijo!– ¡Vengan, vengan corriendo!– ¡Qué sucede, Rodrigo, dinos!– ¡Los periquitos he visto cómo han tomado el agua que les pongo! ¡Y ahora están en la ventana!En el pálido nácar de la madrugada, y recortados ante el cielo tenuemente rosado, amarillo y celeste, gorjean dichosos como nunca.Están los dos periquitos: el uno carmesí con tornasoles de ópalo y el otro azulado con iridiscencias de color azafrán.Libres y deslumbrantes con sus vuelos se lanzan hacia el amplio cielo color añil y se posan en el árbol del patio.12. Libres,sanos y felicesPadres e hijos se quedan viendo y escuchando emocionados.¡Es espléndido verlos revolotear, alzarse y dejarse caer en el aire!¡Es emocionante verlos hacer picadas vertiginosas y rozar sus alas en el aire, una con la otra, hasta venir casi a posarse en las manos de Rodrigo!– ¡Papá! –Dice él con los ojos llenos de lágrimas.– Sí, hijo.– ¿Has notado que cantan en dirección a la ventana de Virginia?– ¿Así? ¡No me había dado cuenta!Ni los padres ni el hermano mayor, quien también se ha despertado y observa, se habían dado cuenta de eso.Virginia, a estas horas duerme en su cama, sin saber que una pareja de periquitos felices, cantan para ella en el amanecer de un día hermoso.¡Completamente sanos y felices! ¡Y libres en el día que amanece!*****Los textos anteriores pueden serreproducidos, publicados y difundidoscitando autor y fuenteObras de Danilo Sánchez Lihón las puede solicitar a:Editorial San Marcos: ventas@editorialsanmarcos.comEditorial Papel de Viento: papeldevientoeditores@hotmail.com Editorial Bruño, Perú: ventas@brunoeditorial.com.peEdiciones Capulí: capulivallejoysutierra@gmail.com Ediciones Altazor: edicionesaltazo@yahoo.es*****CONVOCATORIAXVIII ENCUENTRO INTERNACIONALCAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRATELÚRICA DE MAYO, 2017LIMA:LUNES 22TRUJILLO:MARTES 23GUADALUPEMIÉRCOLES 24CHEPÉNMIÉRCOLES 24OTUZCOJUEVES 25HUAMACHUCOJUEVES 25SANTIAGO DE CHUCO:VIERNES 26SÁBADO 27CACHICADÁNDOMINGO 28ANGASMARCADOMINGO 28TODO EN EL MESDE MAYO DEL AÑO 2017*****PÁGINA WEBHACER CLIC AQUÍ:DIRECCIÓN EN FACEBOOKHACER CLIC AQUÍ:*****Teléfonos Capulí:393-5196 / 99773-9575Si no desea seguir recibiendo estos envíosle rogamos, por favor, hacérnoslo saber.
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