sábado, 24 de octubre de 2009

poemas de Marcos Ana

Mi vida,

os la puedo contar en dos palabras:

Un patio.

Y un trocito de cielo

por donde a veces pasan

una nube perdida

y algún pájaro huyendo de sus alas".


Autobiografía
Mi casa y mi corazón
Mi corazón es Patio
Pequeña carta al mundo
Imaginaria

Imaginaria (2 comentarios)
Al pintor Miguel Vázquez

Al que sorprendí una noche llorando en la cárcel de Burgos.

Oídme amigos. He visto

con los ojos soñolientos

algo que quiero contaros.

Es la madrugada. Un preso

enfrente de mí despierta.

Se incorpora sobre un codo.

Lía un cigarro. Se sienta.

Mientras fuma tiene ausente

la mirada, como dormida la frente

(Sueña el viento en la ventana)

Tira el cigarro. Se inclina.

Saca un pedazo de pan,

se lo come lentamente

y después… rompe a llorar.


(Quizás no tenga importancia…

Yo os lo cuento)

Ya sabéis que a mi las losas

me han gastado hasta los huesos

del corazón,

pero ver llorar a un hombre

es algo, siempre, tremendo.

Y este preso no es un árbol

que se ha roto. Sigue ileso.


Pero de pronto ha venido

todo lo "suyo" a su encuentro

en esta noche tranquila…

Con su dolor en mi pecho

le miro. No puede verme.

Sus ojos están muy lejos.


Sus ojos cerca, llorando

tan suave, tan hondamente

que apenas si mueve el aire

y el silencio.

Un "alerta" le estremece.

(Por el patio

se oye cruzar el relevo)

Pequeña carta al mundo (7 comentarios)
Los dientes de una ballesta


me tienen clavado el vuelo.

Tengo el alma desgarrada


de tirar, pero no puedo


arrancarme estos cerrojos


que me atraviesan el pecho.

Siete mil doscientas veces


la luna cruzó mi cielo


y otras tantas, la dorada


libertad cruzó mi sueño.

El Sol me hace crecer flores,


¿para qué, si estéril veo


que entre los muros mi sangre


se me deshoja en silencio?

No sabéis lo que es un hombre,


sangrando y roto, en un cepo.


Si lo supieseis vendrías


en las olas y en el viento,


desde todos los confines,


con el corazón deshecho,


enarbolando los puños


para salvar lo que es vuestro.

Si llegáis ya tarde un día


y encontráis frío mi cuerpo;


de nieve, a mis camaradas


entre sus cadenas muertos…


recoged nuestras banderas,


nuestro dolor, nuestro sueño,


los nombres que en las paredes


con dulce amor grabaremos.

Y si no nos cerráis los ojos


¡dejadnos los muros dentro!


que se pudran con el polvo


de nuestra carne y no puedan


ser nuevas tumbas de presos.

No sabéis lo que es un hombre


sangrando y roto, en un cepo.


Si lo supierais vendríais,


en las olas y en el viento,


desde todos los confines,


para salvar lo que es vuestro.

Si llegáis ya tarde un día


y encontráis frío mi cuerpo


buscad en las soledades


del muro mi testamento:


al mundo le dejo todo,


lo que tengo y lo que siento,


lo que he sido entre los míos,


lo que soy, lo que sostengo:


una bandera sin llanto,


un amor, algunos versos…


y en las piedras lacerantes


de este patio gris, desierto,


mi grito, como una estatua

terrible y roja, en el centro.

Mi corazón es patio (5 comentarios)
A María Teresa León


La tierra no es redonda:

es un patio cuadrado

donde los hombres giran

bajo un cielo de estaño.

Soñé que el mundo era

un redondo espectáculo

envuelto por el cielo,

con ciudades y campos

en paz, con trigo y besos,

con ríos, montes y anchos

mares donde navegan

corazones y barcos.

Pero el mundo es un patio

(Un patio donde giran

los hombres sin espacio)

A veces, cuando subo

a mi ventana, palpo

con mis ojos la vida

de luz que voy soñando.

y entonces, digo: "El mundo

es algo más que el patio

y estas losas terribles

donde me voy gastando".


Y oigo colinas libres,

voces entre los álamos,

la charla azul del río

que ciñe mi cadalso.

"Es la vida", me dicen

los aromas, el canto

rojo de los jilgueros,

la música en el vaso

blanco y azul del día,

la risa de un muchacho…

Pero soñar es despierto

(mi reja es el costado

de un sueño

que da al campo)

Amanezco, y ya todo

-fuera del sueño- es patio:

un patio donde giran

los hombres sin espacio.

¡Hace ya tantos siglos

que nací emparedado,

que me olvidé del mundo,

de cómo canta el árbol,

de la pasión que enciende

En el amor en los labios,

de si hay puertas sin llaves

y otras manos sin clavos!


Yo ya creo que todo

-fuera del sueño- es patio.

(Un patio bajo un cielo

de fosa, desgarrado,

que acuchillan y acotan

muros y pararrayos).

Ya ni el sueño me lleva

hacia mis libres años.

Ya todo, todo, todo,

-hasta en el sueño- es patio.

Un patio donde gira

mi corazón, clavado;

mi corazón, desnudo;

mi corazón, clamando;

mi corazón, que tiene


la forma gris de un patio.

(Un patio donde giran

los hombres sin descanso)

Mi casa y mi corazón (12 comentarios)
(sueño de libertad)


Si salgo un día a la vida

mi casa no tendrá llaves:

siempre abierta, como el mar,

el sol y el aire.

Que entren la noche y el día,

y la lluvia azul, la tarde,

el rojo pan de la aurora;

La luna, mi dulce amante.

Que la amistad no detenga

sus pasos en mis umbrales,

ni la golondrina el vuelo,

ni el amor sus labios. Nadie.

Mi casa y mi corazón

nunca cerrados: que pasen

los pájaros, los amigos,

el sol y el aire.

Autobiografía (6 comentarios)
Mi pecado es terrible;

quise llenar de estrellas

el corazón del hombre.

Por eso aquí entre rejas,

en diecinueve inviernos

perdí mis primaveras.

Preso desde mi infancia

ya muerte mi condena,

mis ojos van secando

su luz contra las piedras.

Mas no hay sombra de arcángel

vengador en mis venas:

España es sólo el grito

de mi dolor que sueña.


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Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
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cel 993754274

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