jueves, 14 de enero de 2010

Escritor puneño Carlos Calderón Fajardo: “Retorno a la semilla”

Nota Carlos Calderon Fajardo fue nuestro profesor en la UNI, tenemos buenos recuerdos de su persona, deseamos entrevistarlo pero consideramos que Walter Paz con justo derecho se gano esa prerrogativa.
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viernes, diciembre 18, 2009

Carlos Calderon Fajardo y Walter Paz en Puno


Publicado por Walter Paz en 8:50 AM 

lunes, diciembre 14, 2009


Escribe: Feliciano Padilla Cultural - 13 dic 2009

El escritor puneño Carlos Calderón Fajardo, luego de un lapso considerable, retornó a Puno a reencontrarse con los suyos y a nutrirse de la energía sideral del lago Titikaka, paqarina universal y fuente de donde irrumpe la palpitación del mundo.

El escritor puneño Carlos Calderón Fajardo es más conocido en Lima y el extranjero que en nuestra Región. Sucede este fenómeno con muchos escritores. Por ejemplo, Manuel Scorza era más conocido en Europa que en el Perú. Es razón suficiente para dar a conocer algunos rasgos relacionados con la vida y obra de este distinguido narrador


Carlos Calderón Fajardo nació en Juliaca en 1946, Luego radicó en Lima y desde esa ciudad hizo un largo periplo por Europa: Vivió en Alemania desde los 17 años, a donde viajó a estudiar medicina, carrera profesional que abandonó atrapado por la sociología y la literatura. Luego estuvo en varios lugares del “Viejo Mundo”, particularmente en Austria, recalando por muchos años en París, donde frecuentó a Julio Ramón Ribeyro, Bryce, Rose, Scorza, Bendezú y conoció a Cortázar, Donoso y otros grandes de la narrativa latinoamericana. Regresó al país y estudió en la Pontificia Universidad Católica del Perú donde se graduó de sociólogo. Actualmente, ejerce la docencia en la Universidad Nacional de Ingeniería.



Carlos Calderón Fajardo posee una larga y exitosa actividad literaria. Se trata de un prestigioso narrador peruano y muy reconocido fuera del país. Escribió varios libros de cuentos y novelas. Mencionaremos sólo algunas obras que lo consagraron como un gran escritor:*1974: Primer lugar de cuento en el Concurso Nacional José María Arguedas.*1981: Premio Unanue de Literatura por su novela “La colina de los árboles”.*1984: Premio Gaviota Roja por su novela “Así es la pena en el paraíso”.*2006: Finalista del Premio Tusquets de Novela, España, con su novela “El fantasma nostálgico”.*2009: La Editorial “Casa Tomada” presentó en el Centro Cultural de España (Lima) su “Antología Íntima” en homenaje a sus 40 años de escritor.*1999?: El Municipio de Juliaca lo distinguió como hijo predilecto de esa ciudad.*2009: El Municipio de Lampa, lo condecoró por su gran labor literaria, en el marco del II Encuentro Nacional de Escritores realizado en aquella bella ciudad.



Yo lo conocí en 1993 con motivo del II Encuentro Nacional de Narradores de Arequipa, donde cada uno de los invitados leímos, al principio del certamen, un testimonio personal sobre nuestro nacimiento y la manera cómo nos hicimos escritores. Calderón Fajardo llegó a Arequipa con los escritores limeños, pero cuando leyó su testimonio dijo sin ningún empacho (por entonces existía una perversa discriminación hacia los escritores de la Sierra) que había nacido en Juliaca. Fue entonces que Jorge Flórez-Áybar y yo nos acercamos a Carlos para ofrecerle nuestra amistad de puneños. Él la recibió y nos correspondió con un abrazo. Ese mismo año Flórez-Áybar publicó un breve artículo sobre esta novedad en Apumarka. Desde entonces tratamos de que Calderón Fajardo estuviera presente en el imaginario de la población. Más tarde se lo dijimos a René Calcín, el intelectual juliaqueño más reconocido de aquella época, para que a su vez, tratara de ofrecer esta información a los grupos de jóvenes escritores que empezaban a aparecer en aquella ciudad. Así pues, desde aquellos años, siempre se le guardó especial aprecio y reconocimiento por sus logros como escritor puneño. Prueba de ello es que un número de TOTORIA, revista de literatura dirigida por Wálter Paz Quispe, está dedicado íntegramente a su persona. Baste estas expresiones de afecto para demostrar que nunca se le olvidó, como desgraciadamente se lo han hecho creer en otros lugares.

Es de conocimiento general que, entre el 5 al 7 de diciembre del presente año, se realizó en la ciudad de Lampa, el II Encuentro Nacional de Escritores. Con este motivo Carlos Calderón Fajardo ha sido especialmente invitado. Y nuestro escritor estuvo en Lampa donde recibió un justo homenaje en presencia de las autoridades de aquella ciudad y otros famosos escritores como el poeta José Gabriel Valdivia, los escritores Vladimir Herrera y Alfredo Herrera, aparte de tantos escritores procedentes de Juliaca y Puno que estuvieron presentes.



El II Encuentro Nacional de Escritores ha sido organizado y auspiciado por el Municipio de Lampa con apoyo de tres escritores juliaqueños muy dinámicos: René Calcín, Dárwin Bedoya y Wálter Bedregal. Estamos seguros que la comunidad regional sabrá aquilatar en su medida exacta la gran labor cumplida por estos intelectuales que han trabajado duramente para lograr los éxitos del certamen. René es historiador que va buscando poco a poco un reconocimiento en la comunidad científica nacional; Dárwin es poeta y escritor de calidad indiscutible que viene promoviendo la actividad cultural de la Ciudad de los Vientos. Por su parte, Wálter ha incursionado en la narrativa y no tengo ninguna duda de que pronto alcanzará el reconocimiento de la crítica nacional. Saludo y felicito al Municipio de Lampa y a estos escritores por haber organizado un Encuentro de alcance nacional.



Por estas razones queremos subrayar la actitud de un Municipio de la periferia que ha organizado este II Encuentro Nacional de Escritores y la I Bienal de Pintura Víctor Humareda. No comento la parte de la pintura porque soy lego en la materia. Sin embargo, valga la ocasión para reconocer a este Municipio por haber solventado moral y económicamente el certamen. Los alcaldes de Juliaca y Puno tienen que entender de una vez por todas que el pueblo no sólo vive de pan. La nutrición espiritual es más importante en cuanto y en tanto es el soporte de cualquier desarrollo económico sostenido y sostenible. Y más aun, si esta actividad está orientada a consolidar la identidad cultural y a articular la literatura regional a la literatura nacional, la producción de los jóvenes escritores a la actividad literaria de los escritores puneños mayores como Vladimir Herrera, Alfredo Herrera, Carlos Calderón Fajardo y a la del poeta arequipeño José Gabriel Valdivia.



En general, el arte puneño se desarrolla sin apoyo de las instituciones estatales o paraestatales; en realidad, más como una actividad marginal. Y creo que la música, la danza, la pintura y la literatura han logrado, así, en estas condiciones desventajosas, logros que enorgullecen a nuestra tierra y al país. Pero, no estaría demás llamar la atención del INC y de las oficinas correspondientes del gobierno regional y de los gobiernos locales para que consignen presupuestos suficientes que permitan la realización de actividades como las que comentamos y que, dicho sea de paso, en épocas anteriores tuvo una especial consideración. Nada ganamos gritando a los cuatro vientos que “Puno es tierra de artistas y literatos”, cuando el INC y las instituciones ya mencionadas hacen poco por la cultura. La cultura viva es tan importante como la cultura del pasado y aquella no se circunscribe solamente a las fiestas de “La Candelaria” y de los “Carnavales juliaqueños”. En realidad, estas actividades culturales tampoco merecen apoyo y se sostienen con los recursos de los mismos conjuntos y danzarines que invierten fuertes presupuestos no recuperables, pero que sí son fuentes de ingreso seguro para los empresarios de turismo y los Municipios.



Bien, Carlos Calderón Fajardo llegó a Lampa y estuvo alojado en el hotel “Julio César” de la ciudad de Puno. Tuvimos, los que pudimos, la ocasión de compartir una grata conversación sobre literatura regional y nacional. Tiene en mente, junto con otros escritores puneños radicados en la capital, realizar la “Semana de la Cultura Puneña” en la “tres veces coronada Villa”, aproximadamente en el mes de junio del 2010. Se trata de una actividad de exhibición que comprendería danza, música, teatro y literatura puneña, además de mesas redondas y conferencias acerca de nuestra riquísima cultura. Estaremos en esa gran reunión de puneños y desde nuestra Región apoyaremos en lo que se pueda para que la Semana de la Cultura Puneña logre muchos éxitos.



Algo más: Nos sorprendió que Carlos Calderón nos hablara respecto de una supuesta enemistad de escritores puneños con escritores de provincias. No, no existe ninguna. Activamos la cultura desde esta ciudad escritores de todas partes: Omar Aramayo, Jorge Flórez-Áybar, José Luis Velásquez y Percy Zaga, de la ciudad de Puno; Bladimir Centeno, de Yunguyo; Wálter Paz Quispe, de Ácora, José Luis Ayala, de Huancané; Gloria Mendoza, de Huancané, Jóspani, de Puno, René Calcín de Juliaca, Boris Espezúa, de Juli; Luis Pacho, de Laraqueri; Juan Carlos Ortiz, de Puno. A ellos se suman Ana Pino, Sonia Molina, Christian Reynoso, Juan Palao, Elsa Aramayo, Simón Rodríguez, Oliver Sayritúpac, Luis Rodríguez, Javier Núñez, Julia Chávez; en fin, muchos intelectuales que siempre han recibido nuestra adhesión y están en todas las actividades que se organiza. Quizá lo que falte sea coordinar mejor las actividades para que los esfuerzos no se diluyan, y nada más. Sin embargo, espero que en el camino logremos mejor cohesión.



Gracias Carlos Calderón Fajardo por habernos hablado en un café de la ciudad lacustre de aspectos tan puntuales para el desarrollo cultural de Puno. Ésta es tu tierra. Sé siempre bienvenido en Puno. Los alcaldes podrían darte las llaves de las principales ciudades puneñas. Nosotros solo te damos la llave de nuestro corazón. Seguro que volverás cuantas veces te sea posible. La magia irresistible del Titikaka nos asegura que así será. Te esperamos.



Publicado por Walter Paz en 9:37 AM 0 comentarios

Carlos Calderón Fajardo: “La novela me sale cuando todo un mundo me habita”



Entrevista de: CAMILO H. SÁNCHEZ SERRUTO Cultural - 13 dic 2009

Carlos Calderón Fajardo (Juliaca, 1946), es sociólogo de profesión. Y nos visitó para la I Bienal de Arte en Lampa, donde fue galardonado con la Medalla “Víctor Humareda” otorgada por la Municipalidad de Lampa. Ha publicado cuentos y novelas, además de trabajos de su especialidad en varias revistas académicas y en diarios de circulación nacional.


Carlos, mucho tiempo alejado de Puno. De tus orígenes.



Bueno te cuento que yo soy juliaqueño de nacimiento. Fui engendrado en Puno y aprendí a caminar acá. Según los estudios realizados últimos de la neurología y la psicología, los tres o dos primeros años, incluso cuando uno está en el vientre materno son claves para tu vida posterior. Soy puneño y además me siento puneño.

Carlos Calderón Fajardo, es prácticamente un desconocido para todos nosotros

Sí pues, de alguna manera. Aunque no tanto porque acabo de ver que me sacaron un número especial en Los Andes, y ahora me han dado la medalla “Víctor Humareda” que se dará cada año a una personalidad del campo de la cultura puneña. Y este año me la dieron a mí por mi trayectoria como narrador. Entonces no soy tan desconocido como dices. Han podido dársela a Edgar Valcárcel, Feliciano, Jorge y tantos escritores puneños.


Siendo un escritor con más de diez títulos y una trayectoria que ha recorrido mundo, ¿cómo es que te sientes en tu tierra?

Feliz y contento con tanto reconocimiento. Tengo 12 libros publicados. Fui finalista del Tusquets, gané en Lima todos los premios habidos por haber. Pero también soy un desconocido en el Perú, y no sólo en Puno, sino también de esos escritores que se llaman de culto. La gente que sabe de literatura me estima, me aprecia, especialmente los jóvenes pero el gran público no me conoce. Tampoco me ha interesado mucho hacerme conocido.



Eres una especie de un Rubén Fonseca que no le agrada mucho la publicidad.



Algo así. Pero te digo que las cosas terminan cayendo por su propio peso. He tratado de escribir lo mejor que he podido, y lo más sinceramente. Y he podido llegar donde hoy me encuentro.



¿Cuánto tiempo en este maravilloso ejercicio de ser artesano de la palabra?



He escrito durante 40 años. Y he construido todo un mundo literario y creo que sí soy reconocido en mi país. Y lo bueno es que soy reconocido por todo el mundo. Es decir, salgo en la revista Somos y en la Primera, todos con artículos elogiosos. Y ahora esta medalla. Creo que a pesar de no ser famoso ha llegado el momento de que soy un escritor reconocido. Y las últimas energías que me quedan, y no creo que me queden muchas, quiero dedicárselas a Puno.



¿Por qué nos dices eso, así con tanta convicción, Carlos?



Porque de viejo me he dado cuenta de las cosas importantes.



¿Estarás más presente que nunca?



Así es. En Lima o en otro lugar no me necesitan. En Lima existen cincuenta mil escritores. Aquí si me podrían necesitar. Colaborar con la gente de acá. Para que Puno deje de ser un territorio ninguneado. Siendo un lugar de gran producción e inspiración espiritual y cultural.

En el altiplano: cuna de los orígenes

Claro de aquí salieron los fundadores del imperio inca, Churata, el más vanguardista de los escritores Oquendo de Amat, el grupo Orkopata, Emilio Romero. De aquí salieron muchísimos valores. Y al parecer no existimos para Lima, y eso me parece que hay que revertirlo.



Carlos, dónde está el secreto, si es que existe, para otorgarle a tus libros y cuentos títulos tan precisos.



Bueno no lo sé. A lo mejor soy un buen titulero. Por ejemplo Ciro, independientemente de que su novela sea buena o mala, llamar una novela: El Mundo es Ancho y Ajeno con eso ganó todo o Cien años de soledad.



¿Y nuestro peruanísimo Vargas Llosa es buen titulero?



Vargas Llosa no es gran titulero. Pueda que sus novelas sean interesantes. Es un gran ingeniero, un gran arquitecto. Arguedas también fue un gran titulero.



¿Coméntanos cómo trabajas tus títulos?



No lo sé. Se te ocurre de pronto, piensas en la totalidad. Claro que voy desechando títulos.



¿Qué proyectos literarios en estos momentos Carlos, que te han alejado de la escritura por breves días?



Estoy escribiendo una novela andina. Es la historia de mi bisabuelo ayacuchano, desciendo de una familia de ayacuchanos, que se le da por fabricar en porcelana que sea andina. Viaja por Huamanga para dedicarse a la porcelana, y en Cusco donde puede tener más posibilidades sufre reveses como en todas las ciudades a las que llega.



¿Ya tiene título esta novela?



Se llamará “El maestro de la porcelana”.



El apellido Fajardo tiene que ver algo con el nombre de la provincia ayacuchana Víctor Fajardo?



Mi familia Fajardo es huamanguina. Yo soy bisnieto del coronel Víctor Fajardo. Toda la familia de mi madre es cusqueña. Entonces como te explico: “El maestro de la porcelana” es la historia de mi bisabuelo que infructuosamente se dedica la porcelana en estas ciudades, y como verás esta actividad no es la expresión de la cerámica andina. Finalmente llega a Puno. Y todo esto está ligado a mis viejos orígenes huamanguinos. A mi madre que era cusqueña, y yo que soy puneño. Entonces sería la deuda que tengo con mi vida, con la literatura que es escribir una novela andina. El mundo sur andino que tiene muchos matices. Claro que yo apuesto obviamente por Puno. Aquí es donde he nacido.



Creo que es un poco chauvinista preguntarte si realmente te sientes puneño. Además ya lo aclaraste perfectamente.



Lo que siempre me ha pasado cuando yo he escrito los doce libros y los he presentado hasta en el extranjero, y siempre he aparecido como escritor juliaqueño, nacido en Puno. Pero no nunca he dicho Perú o Lima. No. No. Cuando camino por Ayacucho la gente me saluda cordialmente. Pero cuando camino por Puno me pasa algo diferente, siento que he vivido toda mi vida acá. Que este es mi hábitat.



¿Puno te está llamando Carlos para hacer la gran novela andina contemporánea?



La tierra me está llamando. Probablemente me voy a la tierra. Como el toro al momento de morir, regresa a la querencia. Tengo la necesidad de venir acá. Obviamente no voy a vivir aquí. Vendré por lo menos dos veces al año. Quiero venir, hacer talleres de narrativa, dar conferencias y ayudar en todo lo que se pueda dar a la literatura y cultura puneña.



¿Dónde te sientes mejor Carlos, en el cuento o en la novela?



No tengo preferencia pero tanto en el cuento como la novela el disfrute es pleno.



Sin embargo, eres más prolífico en el cuento.



Sí. Escribí más cuento. Acaba de publicarse mi libro de cuentos “Antología íntima. 40 años de historias”.

La construcción de un cuento requiere de pocos elementos básicos...

Me es más fácil escribir cuento, eso sí. A pesar de que es un género muy, muy difícil.



¿En cuanto a la novela?



La novela me sale cuando todo un mundo me habita. Ahí sale completa. Antes es imposible. Cuando todo un mundo de muchas cosas que no puedes meterlas en un pequeño cuento, necesitan amplia extensión. Y a mi me habita el mundo andino desde mucho antes de que naciera desde mis ancestros.



¿Entonces “El maestro de la porcelana” está habitado completamente?



Cierto. Entonces siento que mis raíces se remontan a muy antiguo. No tengo abuelos italianos, españoles. Mis ancestros tienen lugar en el mundo andino.



¿Crees que esos son tus “Fantasmas nostálgicos”?



Puede que sea así. Pueda que los fantasmas nostálgicos, sean o son mis fantasmas como creadores estén acá, llamándome.



¿El fantasma nostálgico es el título de un libro, creo que fue ganador en un concurso?



No. Fue finalista en el 2006 del Premio Tusquets de novela en España. Que me prometieron publicarla el año entrante.



Carlos, ¿por qué no tenemos tus libros en el Perú?



Primero porque la distribución de libros en el Perú es muy mala. Y en Puno peor. No tenemos una librería. Ahora que estaré con más frecuencia llegarán mis libros que yo mismo los traeré. Y si quiero que me lean que sea por mis paisanos.



Desde ahora me confieso un lector tuyo, a pesar de haber leído muy poco de tu obra, y sólo algunos cuentos que confieso me agradan mucho, y como te dije tus títulos.



Gracias. Si pues, a mi también me gustan mucho. La novela tiene que ver con la ingeniería, mientras que el cuento tiene que ser más artesanal, más artística, de trabajo en el detalle.



Carlos, no somos profetas en nuestra tierra.



Si pues. Que podemos hacer. Pero no por eso debemos negar a nuestra tierra. Uno cuando nace en algún lugar queda marcado para siempre. Y vinculado para toda la vida. Y más aun cuando has nacido en este mundo andino del lago, del altiplano a más de 4 mil metros. Naces aquí, aprendes a caminar aquí, te ha marcado para siempre. Imposible que tu imaginario, tus sentimientos no se hayan marcado.



Carlos Calderón Fajardo, el nuevo amigo, el escritor, esperamos que esta charla se prolongue en algún momento sobre tus libros y tus temas.



Por cierto. Agradezco a ustedes a pesar de no tener la trayectoria de Feliciano o de Jorge me consideren y sientan cercanos a mí eso me reconforta como escritor, como persona.



Gracias Carlos por volver y por tenerte acá.



Nuevamente gracias a ustedes.



Publicado por Walter Paz en 9:31 AM 0 comentarios

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